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Bruselas.— La modernización del acuerdo bilateral entre México y la Unión Europea contribuirá a expandir el comercio, la inversión y el combate a la corrupción, al tiempo que aportará beneficios limitados en materia de salarios, empleo, desigualdad y pobreza.
En el rubro de los derechos humanos, la aportación directa que pudiera tener el pacto actualizado es “incierta”; más allá de que pueda inyectarle al gobierno mexicano una mayor disposición a respetar las garantías individuales y la capacidad ciudadana de exigir sus derechos.
Esa es la conclusión a la que llega la evaluación del impacto de la actualización del Acuerdo Global, en vigor desde 2000, y al cual tuvo acceso EL UNIVERSAL.
El documento elaborado por LSE Consulting, la consultora asociada a la London School of Economics and Political Science, pretendía ser un apoyo a las negociaciones del pacto bilateral; no obstante, llega al escritorio de la Comisaria Europea de Comercio, Cecilia Malmström, por lo menos con un año de retraso.
Según el reporte, la modernización del acuerdo aumentará las exportaciones europeas 17% en el escenario más conservador, y 75% en el más ambicioso para 2028. Para México, se traduciría en un incremento de las ventas a Europa de 9% y 32.5%, respectivamente.
Los sectores mexicanos que se verán más favorecidos son los de vehículos de motor, químicos, metales, otra maquinaria y energía, en tanto que en el rubro agrícola hace referencia al arroz, azúcar y otro tipo de carnes. Los europeos verán aumentar de forma considerable sus ventas en leche, productos lácteos, químicos y vehículos de motor.
En términos de comercio total, la contribución del nuevo acuerdo será mínima. Para México, traerá un incremento de 0.8%, equivalente a un aumento del PIB de 0.4%. Para la UE el escenario más ambicioso proyecta un crecimiento de 0.1%, sin implicaciones notables para su PIB.
El informe sostiene que las políticas contempladas en el nuevo pacto tendrán consecuencias positivas para la inversión, al tiempo que los requisitos de protección de propiedad intelectual aumentarán los incentivos para que las firmas de la Unión Europea inviertan en México en el sector químico, farmacéutico, manufacturero y automotriz.
Sobre empleo, pronostica para los europeos la creación de 20 mil trabajos no calificados y 10 mil calificados, esencialmente en los sectores lácteo, petroquímico, de productos alimenticios y construcción.
México espera generar 75 mil y 15 mil nuevos empleos respectivamente, concretamente en el sector automotriz y otros servicios. Aunque también desaparecerán plazas: “Se espera que las pérdidas potenciales se concentren en productos lácteos, químicos, otras máquinas, energía, máquinas eléctricas y metales”.