Uno de los principales retos para acelerar el uso de autos eléctricos es el abastecimiento de electricidad en el país, ya que el flujo de energía no es el mismo en todas las regiones y hay zonas donde todavía no hay la infraestructura para cargar este tipo de vehículos, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico (AMIVE).
Francisco Cabeza, presidente de la AMIVE, dijo que las empresas que ya utilizan flotillas de vehículos eléctricos, como las que reparten refrescos o las cementeras, pueden reducir 100 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, sólo por cambiar su flota a gasolina por una de eléctricos y conectarse a la red de la CFE.
Sin embargo, hay zonas del país donde se genera más electricidad y hay zonas donde pasa mucha energía y otras donde hay muy poca energía, explicó.
Destacó que México tampoco cuenta con un estándar de conectores. “Tenemos el americano, el chino, el europeo, el japonés, el ultrarrápido, con la dificultad de que tenemos poca energía y si se divide esa capacidad entre tres tipos de conectores, cuando un coche eléctrico llegue con determinado conector y está ocupado el cargador, va a haber dos cargadores que no se están utilizando.