Los desequilibrios moderados que se observan en las finanzas públicas del país pueden convertirse más adelante en un riesgo, alertó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su Análisis Económico Ejecutivo semanal, los economistas del CEESP dijeron que en 2022 el déficit público creció 20.5% y el balance primario, que no incluye el servicio de la deuda, fue negativo por segunda vez desde 2017.
El centro señaló que, de acuerdo con el informe sobre las finanzas y la deuda del sector público de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al cuarto trimestre de 2022, “las finanzas públicas en lo general mostraron un desequilibrio que puede considerarse moderado, al menos por ahora”.
Agregó que en el interior de las finanzas públicas “se percibe cierta fragilidad con respecto a la sostenibilidad de los ingresos públicos y a la asignación del gasto público que no parece enfocarse a los problemas más importantes del país”.
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En su análisis, señala que el gasto programable creció 2.9% en 2022, lo que muestra que el gobierno federal “no ha sido austero, como a menudo se afirma”.
En el documento, los especialistas dijeron que, pese a que hubo ingresos excedentes por el petróleo, con un crecimiento de 18.7%, también se observó que la recaudación del Impuesto Sobre la Renta aumentó 11% en 2022.
“Ello se debió, por un lado, a los elevados precios internacionales del crudo y, por otro, a la mayor recaudación del Servicio de Administración Tributaria (SAT), como resultado de una fiscalización más acuciosa sin judicialización y a mejores sistemas producto del esfuerzo de años del servicio”, afirmó el centro.
“Sin embargo, el total de ingresos fue sólo 2.5% mayor al de 2021”, al utilizarse para subsidios a combustibles, cuando “se hubieran podido usar para reducir la deuda pública o para fortalecer algunas prioridades de gasto que han sido desatendidas”.
El CEESP dijo que se debe tener presente que los ingresos petroleros y la recaudación de ISR dependen, además de la acción del SAT, de variables que podrían debilitarse y generar presiones adicionales a las finanzas públicas. Encima de la acostumbrada incertidumbre del precio del crudo, se aprecia una disminución estructural en la plataforma de producción y exportación, agregó.
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