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Petróleos Mexicanos (Pemex) anunció una operación de pago y refinanciamiento de su deuda por 5 mil millones de dólares, los cuales provendrán del gobierno, con el fin de bajar la deuda; sin embargo, la acción no convenció a las tres más grandes calificadoras internacionales.
La capitalización está en línea con el objetivo de fortalecer las finanzas de la empresa y bajo el principio de endeudamiento neto de cero en términos reales, explicó la petrolera.
La operación está estructurada en tres segmentos:
En primer lugar, los recursos se utilizarán para el prepago de los bonos de la parte corta de la curva con vencimientos entre 2020 y 2023.
Una nueva emisión a plazos de siete, 10 y 30 años, los cuales se utilizarán para el refinanciamiento de deuda de corto plazo.
Y, finalmente, un intercambio de bonos para otorgar apoyo adicional a los vencimientos de la parte corta, intermedia y larga de la curva, para suavizar el perfil.
Los recursos provenientes de esta operación se utilizarán para asegurar a Pemex una reducción en el saldo de su deuda, una mejora en sus indicadores de liquidez, reducir los vencimientos a corto plazo y generar ahorros en los intereses pagados por la empresa, lo anterior encaminado a fortalecer la posición financiera de Pemex, en línea con lo establecido en su Plan de Negocios.
Se anticipa que esta operación cuente con la participación de inversionistas de Estados Unidos, Europa, Asia y México. Los agentes colocadores de este instrumento son Goldman Sachs, J.P. Morgan, Citi, HSBC, Mizuho, Crédit Agricole y Bank of America.
Sin sorpresas. La inyección de 5 mil millones de dólares para refinanciamiento de deuda de Pemex no entusiasmó a las calificadoras.
Moody’s, Fitch Ratings y Standard and Poor’s coincideron en que la medida va en línea con sus estimaciones de recursos extraordinarios que requerirá la petrolera de la presente administración para tratar de aliviar su situación financiera.
“Fitch continúa evaluando el historial de apoyo del gobierno mexicano como ‘moderado’ dada la pesada carga fiscal actual para la compañía, que históricamente ha limitado la capacidad de reinversión de Pemex”, dijo la agencia.
En su opinión, el apoyo total del gobierno a Pemex podría alcanzar a 9 mil 500 millones de dólares en 2019 y un total de 11 mil 400 millones en el periodo 2020-2021.
Fitch consideró también que Pemex sigue invirtiendo menos de lo que requiere en exploración y producción, lo cual se refleja en una caída de producción y reservas.
Moody’s dijo que la inyección de capital está en línea con sus expectativas del apoyo que otorgará el gobierno a la petrolera mexicana.
“El reembolso planificado de la deuda y las ofertas de intercambio aumentarán la disponibilidad de préstamos y refinanciamiento con vencimientos de deuda en 2020 y 2021, y mejorará la posición de liquidez de Pemex y el perfil de vencimiento de la deuda”, detalló.
La calificadora mantuvo sin cambios su nota sobre Pemex, ubicada en Baa3 con perspectiva negativa.
Así, Moody’s reiteró que es improbable una mejora en la calificación de Pemex ante la compleja situación financiera que enfrenta la petrolera y asignó la misma nota de Baa3 con perspectiva negativa a los bonos por 5 mil millones de dólares anunciadas esta mañana por el gobierno
de México.
La calificadora Standard and Poor’s consideró que el anuncio de capitalizar a Pemex mantiene su calificación en línea con la de México y advirtió que la petrolera necesitará más apoyo por parte del gobierno.
“Esto se basa nuestra expectativa de una probabilidad casi cierta de apoyo extraordinario del gobierno a la empresa, ante un escenario de estrés financiero. En nuestra opinión, Pemex tiene un rol crítico para el gobierno mexicano, tanto desde el punto de vista económico como para la ejecución de la política energética del país”, dijo la firma.