La aplicación de controles biométricos para prevenir delitos como robo de identidad en el sistema financiero ya superó su periodo de rechazo entre los clientes y actualmente se aplica como uno de los controles para prevenir fraudes y robos de identidad en el país.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), al cierre de 2020 había 27.1 millones de mexicanos con cuenta de Afore para quienes se han generado 24.6 millones de expedientes de identificación electrónicos, que incluyen elementos biométricos.
Esta medida se implementó en 2016 en las Afore para reforzar la seguridad y mejorar la administración de datos personales de los trabajadores.
En medio de la polémica generada por la obligación para los usuarios de telefonía celular de registrar sus datos biométricos, el presidente de Biometría Aplicada, Adolfo Loera, dijo que la medida será positiva por medidas de seguridad y también en el proceso de adopción de una economía digital en México.
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“Después de esta primera etapa de rechazo, empieza a haber una etapa de entendimiento para cumplir la normatividad, y después viene una etapa donde se empieza a ver que es una herramienta que da ventajas competitivas. Ante la pandemia, con una economía de bajo contacto, la identidad digital es un factor clave”, dijo el directivo.
Biometría Aplicada tiene clientes como MetLife, Sura, Invercap, CitiBanamex, Pensionissste, Inbursa y Principal.
Para bancos que operan en México, apenas en marzo venció la última prórroga para aplicar la normativa y tener listos los lectores de huellas dactilares en sucursales para operaciones como apertura de cuentas.
Actualmente la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) está en proceso de verificación de que los bancos cumplan esta norma, pero desde 2019 las principales instituciones financieras ya implementaban estos controles, en un entorno donde los fraudes como el robo de identidad se empezaron a dispararse.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) reportó que al cierre de 2020 se registraron 60 mil 449 quejas de usuarios por posible robo de identidad, con un impacto económico por 904 millones de pesos.
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De acuerdo con Loera, entre los beneficios que da este tipo de tecnología es una mejora en la administración de bases de datos de millones de clientes, como en el caso de los bancos.
“Una identidad segura nos elimina la ambigüedad en bases de datos de millones de personas como son las de los bancos o la telefonía, los homónimos se vuelven una parte muy retadora de administrar.
Limitantes
Lectores de EL UNIVERSAL compartieron parte de su experiencia al momento de utilizar servicios biométricos. En el caso de los bancos, quienes al momento de tomar la huella digital de sus clientes la cotejan con la base de datos del Instituto Nacional Electoral (INE) para corroborar la identidad de su cliente, comienzan a presentarse casos donde la información biométrica no coincide y esto obliga a los usuarios a actualizar sus huellas.
“Lo que ocurrió es que mis huellas con el cloro, jabón y gel, ya no son las mismas, pues tienen deterioro, y el banco me envió al INE a hacer una actualización de las huellas digitales para el trámite bancario”, explicó Antonio Madrigal.