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Los Países Bajos y México registran el mayor crecimiento en actividades de subcontratación desde 1995 entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ( OCDE ).
México registró un 10% de participación de contrataciones por outsourcing del total de empleados administrativos y de actividades de servicios de soporte, mientras que Países Bajos tuvo un 12%.
En el documento Panorama del Empleo 2021 de la OCDE se expuso que los niveles registrados en Países Bajos y México contrastan con el 3% de Polonia y República Checa.
El tipo de empleos que se incluyen en subcontratación son especialmente servicios de seguridad, de limpieza y mantenimiento de edificios, además de empleados que son contratados por una tercera empresa, tipo de empleos que se han incrementado en casi el doble en la mayor parte de los países OCDE .
Para la Organización “el personal de limpieza y de seguridad son generalmente ocupaciones de salarios medios y bajos, si la subcontratación de estos trabajados reduce los salarios, la subcontratación puede tener importantes implicaciones en la desigualdad”.
Sin embargo, estos tipos de subcontratación de trabajadores para limpieza y guardias de seguridad son solamente dos pequeños casos típicos de subcontratación, pero se está haciendo cada vez más común en otro tipo de ocupaciones, aunque no es tan fácil detectarlos para realizar las mediciones.
Por ejemplo, los cocineros y meseros son difíciles de detectarse como outsourcing en el sector público, mientras que hay otras actividades que también son difíciles de medir.
La OCDE afirmó que la pandemia tuvo altos costos para el empleo , porque a fines de 2020 se perdieron 22 millones de empleo en los países de la Organización comparada con el 2019. Frente a un global de 114 millones de empleos que desaparecieron en todo el mundo.
A pesar de que en los 38 países de la OCDE se recuperaron empleos aún hay 8 millones de desempleados más que antes de la crisis y alrededor de 14 millones más de personas inactivas, por lo que la recuperación de los niveles de empleo que se vieron al 2019 se alcanzarán hasta fines e 2022.
El Covid-19 impactó con mayor fuerza a las personas con menores niveles de educación, ya que en general en los países de la OCDE el número de horas trabajadas por escolaridad cayó 8.5% entre las personas más calificadas, en 20% a las de niveles medios de educación y 24% entre las que estudiaron educación básica.
Sin embargo, esa tendencia fue menos notable en México, Grecia, República Checa, Austria, Dinamarca y Suiza donde la diferencia fue menos a 10 puntos.
De acuerdo con el estudio México fue el único país de la OCDE que no puso en marcha esquemas de retención del trabajo durante la crisis de la pandemia.
En las mediciones de la OCDE, México e Islandia fueron de los países que sí aplicaron programas de creación de empleos vía grandes proyectos de infraestructura.
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