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Los países deudores requieren un alivio de la deuda y la comprensión de los acreedores para renegociar o reestructurarla, a fin de emparejar la cancha, dijo la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.
Tanto acreedores como deudores deben compartir la carga, sobre todo en medio de la pandemia de Covid-19, que genera una crisis económica y sanitaria, y dificulta el pago de los préstamos.
“Miren lo que ha sucedido en América Latina y el Caribe. De acuerdo con Fitch Ratings, la región ha sido objeto de 19 rebajas en la calificación de crédito soberano. En 2021, incluso algunos países como Chile, que tienen fundamentos económicos sólidos, han sufrido una rebaja en su calificación crediticia. Esto no se entiende, ¡estamos en una pandemia!”, recalcó.
Durante un foro sobre el financiamiento para el desarrollo que organizó el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, Bárcena aseguró que el principal obstáculo para la participación del sector privado en la renegociación y reestructuración de la deuda ha sido la ausencia de un equilibrio adecuado entre el interés público y el privado.
“Urge nivelar el campo de juego. Es necesario garantizar una estrategia comunicacional eficaz entre los gobiernos y el sector privado para fijar objetivos y expectativas comunes”, dijo.
La reestructuración [de la deuda] debe ir acompañada de iniciativas innovadoras que permitan desarrollar nuevos instrumentos de financiamiento, comentó, como por ejemplo las cláusulas sobre huracanes, que enlazan la capacidad de pago de los países con su exposición al riesgo a los desastres naturales.
De igual manera, los bonos ligados al ingreso pueden tomar en consideración las restricciones que impone el sector externo, que son uno de los principales problemas que enfrentan muchos países de renta media, afirmó.
La secretaria ejecutiva de la Cepal dijo a jefes de Estado, ministros, autoridades de gobierno, especialistas de organismos internacionales, representantes de la sociedad civil y del sector privado que es necesario un diálogo con el fin de encontrar soluciones para financiar la recuperación post-pandemia y lograr un desarrollo sostenible hacia 2030.
Hay tres aspectos importantes a considerar en medio de la pandemia, dijo. En primer término, nivelar la carga entre acreedores y deudores, lo que puede incluir recortes al valor original de los bonos que se emitieron.
El segundo aspecto es garantizar una estrategia efectiva de comunicación entre gobiernos y acreedores, quienes “deben fijar objetivos y expectativas comunes, así como compartir datos”.
En tercer lugar, Bárcena consideró necesario que se busque el momento oportuno y que la reestructuración se lleve a cabo con rapidez. Incluso, continuó, es importante que se incluya a los acreedores oficiales y luego atraer a los privados, así como introducir cláusulas de acción colectiva, con las cuales se alinea al sector privado y se agilizan procesos.
Además, se deben agregar cláusulas que indiquen las facilidades de pago en caso de desastres naturales, mientras que los bonos ligados al ingreso pueden considerar las restricciones que impone el sector externo.
