Solamente uno de cada cuatro de los trabajadores que son parte de la generación Afore logrará obtener una pensión, por lo que hace falta realizar una reforma en el país, mencionó el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos.
Es alarmante saber que no todos recibirán pensión porque no tienen el número de semanas de cotización necesarias para pensionarse, trabajaron en la informalidad o si acceden a la pensión no es seguro que el dinero que se les dé sea suficiente para tener una vejez digna, explicó.
En su mensaje semanal Señal Coparmex, De Hoyos dijo que en los últimos años hubo varias reformas de pensiones que se llevaron a cabo con la finalidad de salvar el presupuesto, pero no tuvieron como centro al trabajador.
Se estima que sólo 25% de los trabajadores que cotizaron a partir de 1997, a los que se le conoce como generación Afore se pensionarán, “es decir, apenas 4% de la población mexicana. Sin duda son cifras alarmantes y más aún si consideramos que el dinero que reciben los pensionados no es suficiente”.
Además, se requiere garantizar el ingreso suficiente para los adultos mayores a fin de que cubran sus necesidades básicas y tengan un retiro digno.
En los cambios se debe considerar una asignación de recursos suficientes para cumplir con las obligaciones de pensiones y no ofrecer promesas sin sustento económico o financiero, agregó.
Por último, se debe garantizar una vejez digna a todos los pensionados, manifestó el presidente de la Coparmex.
“En la historia reciente del país se han implementado tres reformas pensionarias; sin embargo, en todas ellas el trabajador ha sido ignorado porque se han hecho para salvar el presupuesto, es decir, sólo se han realizado cambios para que le alcance al gobierno, sin considerar un punto indispensable que es que le alcance al trabajador”, expuso.
De Hoyos agregó que el monto que recibirá una persona de pensión como porcentaje del último sueldo que tuvo es de entre 20% y 30%, la tasa de reemplazo es de las más bajas entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Ello refleja, entre otros factores, que hay un bajo nivel de ahorro para el retiro por parte de los mexicanos, porque la tasa de aportaciones es de 6.5% del salario, mientras que el estándar mundial es del doble o triple.
El otro problema es que existe una gran cantidad de trabajadores informales que no cotizan ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y esto les impide que al final de su vida laboral accedan a una pensión.
De Hoyos recordó que actualmente el sistema pide mil 250 semanas de cotización a los trabajadores, lo que equivale a 25 años de trabajo, por lo que para las personas que laboran en la informalidad será difícil alcanzar pensión.