Ahorrar es una de las cosas más difíciles que existen y que, en consecuencia, muy pocos logran. De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) 40% de la población mexicana no ahorra . El resto, si bien lo hace, es de manera informal, a través de tandas, debajo del colchón o préstamos familiares. No seguir siendo parte de las cifras sería lo mejor porque no ahorrar implica estar expuesto a imprevistos y estar vulnerable a cualquier emergencia económica. Y las emergencias económicas pueden destruir vidas.
Te dejamos tres claves que pueden permitirte ahorrar.
. Es la forma más recomendada por especialistas en finanzas personales de todas latitudes. Para lograr separar de manera consistente una cantidad de dinero y evitar que se evapore entre los gastos cotidianos, es importante hacer que esta resta se haga de manera automática. Busca a tu banco para que te ayude apartando una parte de tu sueldo al inicio de la quincena o ayúdate de alguna aplicación de tu banco que te lo permita. Lo que sí es que necesitas tener claro que para aumentar realmente ese dinero, necesitas invertirlo en algún instrumento que genere más recursos, ya sea un negocio, una inversión en bolsa o algún fondo de inversión.
. Hay aplicaciones que te ayudan a ahorrar a través de recordatorios o retos y que muchas veces suelen ser divertidas y retadoras. A pesar de que tengas ya esta cantidad de ahorro en específico ya automatizada, nunca estará de más dedicar siempre un poco más. Ten por seguro que quitar estas cantidades poco a poco hará que ni siquiera sientas el cambio y ajustes tu manera de gastar a los recursos que tienes.
. Es un consejo que algunos especialistas en finanzas personales dan para evitar gastar de más. JP Livingston, una chica de Estados Unidos que se retiró a los 28 con una riqueza superior a los dos millones de dólares, recomienda transformar todo aquello que se nos antoje en horas de trabajo. Por ejemplo, si vas al centro comercial por no tener qué hacer y se te antoja comprar una blusa de 800 pesos, calcula cuántas horas tendrías que trabajar para comprarla. Si te pagan el día a 600 pesos, por ejemplo, piensa que le estarías dedicando más de un día a un capricho que se te ocurrió por no tener nada qué hacer. Cuando se te pase por la cabeza algo así, aprovecha, entra a tu cuenta, y transfiere esa cantidad a tus ahorros. Verás qué bien se siente.
afcl