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La amenaza del mandatario estadounidense, Donald Trump, de que enviará una carta para salirse del TLCAN y así solamente dejar la posibilidad de que se apruebe el T-MEC, es una manera de presionar la aprobación del acuerdo, con el riesgo de que no haya un tratado, dijo la especialista de comercio exterior de Baker McKenzie, Adriana Ibarra.
El fin de semana pasado, de regreso de Argentina, Trump dijo a reporteros que terminará formalmente con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con lo que sólo quedaría la posibilidad de que los congresistas aprueben el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), porque de lo contrario se quedarían sin nada.
Ibarra opinó que la declaración tiene por objetivo dejar en claro a los diputados demócratas que la Casa Blanca no dejará que secuestren el T-MEC, y frenen su aprobación, porque de tardarse en ratificarlo, se corre el riesgo de quedarse sin convenio comercial.
“Si efectivamente [Trump da por terminado el TLCAN] y se presentara un aviso de denuncia y la Cámara de Representantes no aprueba el T-MEC, nos vamos a quedar como el perro de las dos tortas. Eso obviamente genera incertidumbre y posterga los proyectos de inversión”, añadió la especialista.