Ni muro ni más soldados en la frontera sur. El gobierno federal ofrece el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo (CIIT) como “cortina” para contener la migración ilegal procedente sobre todo de Centroamérica, de naciones como El Salvador, Guatemala y Honduras.
También ofreció, a largo plazo, la creación de una Agencia Ferroviaria para Norteamérica (México, Canadá y Estados Unidos) para establecer un sistema de señalización que permita que los servicios ferroviarios puedan operar a lo largo de los países, sin menguar la seguridad y optimización de la utilización de las vías.
En la Conferencia de Infraestructura México-Estados Unidos celebrada en la embajada estadounidense en el país el pasado 26 de junio, el director de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario y Multimodal (ARTFM), David Camacho Alcocer, aseguró que el sistema ferroviario del sur de México puede servir para contener la migración ilegal.
Según información en poder de EL UNIVERSAL, el funcionario señaló ahí que, si bien el flujo migratorio ilegal ingresa al país por el sur con destino a Estados Unidos, es posible “utilizar los polos de desarrollo a lo largo del corredor Interoceánico y otros centros urbanos, así como el generado por el Tren Maya, como cortina para incentivar el crecimiento regional y la contención migratoria”.
Así, el impacto económico y social que tendrán esas magnas obras del gobierno actual en la región sur-sureste permitirán generar empleos y residencia temporal o permanente a migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
El corredor interoceánico, por ejemplo, trabaja en 50 polos de desarrollo cercanos a asentamiento humanos de más de 50 mil habitantes en donde habrá uso de suelo para desarrollo industrial, unidades económicas para la actividad industrial municipal, distancias accesibles a puntos de logística (puertos y aeropuertos), acceso a redes de comunicación (carreteras primarias y ferrocarril) y disponibilidad de servicios básicos (agua y energía).
En ese caso se tendrá un ferrocarril que conecta a dos océanos y a México con el mundo en un recorrido de 303 kilómetros en 5.8 horas de puerto a puerto, conexión con el Tren Maya, vinculación con las líneas del ferrocarril del centro y norte del país.
Como parte del Tren Maya se tienen en cartera estudios de preinversión para la construcción de polos de desarrollo a lo largo de la ruta de mil 500 kilómetros.
Esos estudios, según Fonatur, permitirán obtener datos suficientes para determinar cuáles y dónde estarán ubicados en los polos de desarrollo las comunidades factibles, considerando diferentes factores como el ambiental, el legal y de disponibilidad de servicios, entre otros.
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