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A pesar de que se redujeron los niveles de pobreza en el país entre 2018 y 2022, la niñez y juventud mexicana sufren más esa realidad, ya que 46 de cada 100 niños, niñas y jóvenes viven en la miseria.
Sin embargo, las transferencias monetarias que realiza el gobierno a familias de escasos recursos con menores de edad, no necesariamente significaron una mejora en sus condiciones de vida, ya que a esa entrega de recursos económicos le falta el componente de educación y salud, señaló en entrevista la responsable de Innovación y Articulación de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, Paulina Gutiérrez.
Por ejemplo, explicó, en sexenios pasados, programas como Prospera y Oportunidades entregaban dinero a familias pobres para sus hijos, pero esos recursos estaban condicionados a que asistieran a la escuela, a revisiones médicas y tenían un componente de nutrición. Sin embargo, todo se ha eliminado, incluso los padrones de beneficiarios.
Así, actualmente “las transferencias, las becas, no atienden a la primera infancia”, dijo Gutiérrez, con el problema de que, “entre más pequeños, más se agrava la pobreza, una situación muy preocupante”.
En el caso del rezago educativo, de 2018 a 2022 las personas jóvenes que dejaron de tener acceso a escuelas pasaron de 18% a 22%, además de que casi 16% de las personas de entre tres y 21 años no van a la escuela.
“Es muy preocupante, porque la pobreza presente implica pobreza futura, ya que el desarrollo neuronal, la motricidad y conocimiento, es muy importante para los niños y va a afectar su futuro, su personalidad y sus capacidades para hacerle frente a la vida”, destacó Gutiérrez.
También lamentó que se eliminaron las guarderías y escuelas de tiempo completo, hecho que afecta a las mujeres madres de familia, además de que en esas instancias se ofrecían desayunos y comida a los niños.
“Todo eso se eliminó, no estamos pensando en las personitas como una población”, dijo la especialista.
“Es una barbaridad destruir todo lo que sí funcionaba. Claro que eso afecta, eran cosas probadas. El Seguro Popular servía mucho, atendía una serie de enfermedades que, si bien no eran todas, se podía ir avanzando con eso”, explicó.
A principios de agosto, la Secretaría de Bienestar destacó que la disminución de los niveles de pobreza es resultado del incremento salarial, remesas y la aplicación de los programas de Bienestar, cuya estrategia principal se basa en transferencias monetarias que se hacen llegar de manera directa y sin intermediarios a beneficiarios y derechohabientes, generando un ingreso básico para las familias.
Además, dijo que se ha realizado una inversión histórica a través de los programas de Bienestar, “cuyos recursos devienen de una profunda política de austeridad y del combate a la corrupción, pero también de un gran amor a México, ya que estos programas nacen de escuchar los sentimientos del pueblo”.
Sin embargo, cifras del Coneval muestran que, en México, 48% de los niños de cero a cinco años son pobres, así como 47% de quienes tienen de 6 a 11 años y 43% de los de 12 a 17 años.
En 2020, la mayor cantidad de menores de edad que vivían en situación de pobreza se encontraban en Ocosingo y Chilón, Chiapas; Ecatepec, Estado de México, e Iztapalapa, en la Ciudad de México.