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Este jueves inicia la consulta para decidir si continúa la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco o la rehabilitación y modernización de las actuales terminales de la Ciudad de México, Toluca y la base área de Santa Lucía.
Desde el inicio de la obra, pasando por las campañas presidenciales y tras el resultado electoral, el cual ganó Andrés Manuel López Obrador, la polémica sobre la obra estuvo presente y agentes económicos y políticos fueron parte del debate.
Antes de que se declarara la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en 2014, se planteó la necesidad de construir un nuevo aeropuerto internacional de mayor tamaño.
En septiembre de 2014, el presidente Enrique Peña Nieto anunció la construcción del NAIM en Texcoco, en un área de terrenos federales donde no se necesitaba hacer ninguna expropiación.
La nueva terminal tendría capacidad para transportar a 70 millones de pasajeros en su primera etapa con tres pistas, el doble de lo que opera el actual aeropuerto capitalino; y hasta 120 millones cuando operarán seis pistas.
Desde el inicio de su campaña por la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), calificó a esta obra como onerosa y un monumento a la corrupción.
Hizo acusaciones sobre la manera en que fueron asignados los contratos en el NAIM y aseguró que de llegar a la Presidencia cancelaría su construcción.
Después del 1 de julio de 2018, cuando resultó ganador en la elección presidencial, AMLO planteó la posibilidad de concesionar el aeropuerto, pero también puso la opción de construir un aeropuerto alterno en la base militar de Santa Lucía.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) defendió el proyecto de Texcoco con estudios de MITRE y la Organización de Aviación Civil Internacional, los cuales nunca descalificaron la opción de operar Santa Lucía y el AICM juntos, sino que detallaron que se crea una zona de intersección en San Mateo, lo que obligaría a separar más los aviones y no resolvería el problema de la saturación.
Consulta. Para decidir si se continuará con la construcción del NAIM en Texcoco o se habilitará la base militar de Santa Lucía, el presidente electo convocó a una consulta ciudadana del 25 al 28 de octubre en 538 municipios.
Ayer, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, dijo que decisiones técnicas como la del nuevo aeropuerto no deben ser consultadas a la ciudadanía.
El presidente de la Concanaco, José Manuel López, dijo que el próximo gobierno ha hablado de grandes obras de infraestructura, para dar un equilibrio al desarrollo económico y crecimiento de nuestro país, varias en el sur-sureste y “esas grandes inversiones pueden correr el riesgo de que no tenga la certeza de quienes podrían invertir en esos proyectos”.
El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, Ricardo Monreal, arremetió contra el sector empresarial al rechazar que la consulta genere desconfianza en inversionistas y los responsabilizó por la corrupción en el país.
El presidente nacional del PAN, Marcelo Torres Cofiño, hizo un llamado a los blanquiazules a no participar en la consulta.
El ex presidente del entonces llamado Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, dijo que la consulta no tiene las características de ser auténtica, universal, legal, transparente, pero será un mecanismo para que participen los ciudadanos. Con información de Suzzete Alcántara, Alberto Morales, Juan Arvizu y Carina García.