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Mientras la gigafactoría de Tesla en la megalópolis oriental china Shanghái producía este viernes su automóvil número 3 millones, las acciones de la empresa propiedad de Elon Musk tuvieron un descalabro de 8.78% en Wall Street, tras una decepcionante presentación de nuevos vehículos el jueves.
Y es que la presentación del robotaxi Cybercab no gustó a los mercados, que castigaron las acciones del fabricante de vehículos eléctricos ante la falta de detalles de los planes de producción y comercialización. Los títulos de Tesla cerraron en Nueva York 20.97 dólares por debajo del valor de apertura entre las críticas de los analistas a la presentación que realizó el presidente y director general de la empresa.
Musk, que durante meses alimentó las expectativas al calificar el Cybercab como un vehículo revolucionario destinado a transformar para siempre el mundo del transporte y que catapultará la valuación bursátil de Tesla, no convenció con un evento que él mismo calificó como una “fiesta”.
Algunos analistas, como Colin Langan, de Wells Fargo, criticaron que la demostración que organizó Tesla en los estudios Warner Bros. en Los Ángeles con 50 vehículos autónomos, entre ellos varias unidades del Cybercab, fue poco más que un montaje.
Otros, como el analista Toni Sacconaghi, de Bernstein, calificaron la presentación como “decepcionante” y vacía de detalles.
El jueves, Musk se limitó a señalar que el Cybercab tendrá un precio de entre 20 mil y 30 mil dólares, que entrará en producción “antes de 2027” y que cargará sus baterías por inducción en vez de con un enchufe. Pero el multimillonario no ofreció detalles sobre cómo Tesla se preparará para multiplicar su producción con la elevada demanda que, se calcula, tendrá el Cybercab cuando todavía tiene problemas para fabricar vehículos como el Cybertruck.
Musk tampoco indicó cómo sorteará las normativas y aspectos técnicos para que los vehículos sin conductor, volante o pedales circulen en las ciudades estadounidenses.
“¿Eso es todo? Decepcionante falta de detalles”, exclamó Adam Jones, analista de Morgan Stanley y conocido como un ferviente partidario de Tesla.
Ante esta falta de información, el sector se apresuró a recordar que Musk tiene un largo historial de fallar en sus predicciones, tanto sobre los precios de los productos de Tesla hasta sus fechas de lanzamiento. Musk también tiene propensión a exagerar las posibilidades técnicas de sus automóviles.
Finalmente, la total ausencia durante la presentación de cualquier referencia a la próxima generación de vehículos de bajo coste de Tesla, que algunos consideran debería ser el principal objetivo de la compañía, tampoco ayudó a apaciguar las dudas sobre los planes de Musk.
Y, por supuesto, el espectáculo en la presentación de Cybercab de los robots Optimus, que Musk calificó “el producto más importante en la historia” de la humanidad, bailando y sirviendo bebidas en vez de demostrar sus verdaderas capacidades industriales. Agencias