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El aumento de las tensiones comerciales y el futuro que pueden tener los acuerdos para intercambiar productos generan incertidumbre en los mercados agrícolas, alertaron la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En un estudio las organizaciones advirtieron que reducir o redirigir el comercio puede tener repercusiones para países productores, exportadores e importadores.
Para ambos organismos multilaterales, “el comercio internacional seguirá siendo esencial para la seguridad alimentaria en un creciente número de países importadores de alimentos”, pero también para los ingresos de los productores.
Otros de los riesgos para la agricultura son la posible propagación de enfermedades como la peste porcina africana, la resistencia a los antimicrobianos y cambios en dietas, entre otras.
En el estudio Perspectivas Agrícolas 2019-2028 OCDE-FAO, los dos organismos aseguraron que viene una reducción de precios de los productos básicos al aumentar la producción por arriba de la demanda, sobre todo de los cereales, lácteos, y los cárnicos, mientras que las semillas oleaginosas se mantendrán.
En el caso de América Latina y el Caribe, el mayor aumento en la productividad agropecuaria se registró en Brasil, de 1991 a 2015, mientras que en México y Centroamérica se llegaron a registrar disminuciones, de acuerdo con el estudio.
El crecimiento del factor de la productividad en la agricultura, en el periodo anterior en América Latina fue de 2.1%, en parte impulsado por el aumento de 2.97% en la economía brasileña, mientras que para América Central y México fue de 2.25%, y en el Caribe, 0.78%.
La OCDE y la FAO explicaron que los brasileños incrementaron sus áreas de cosecha agrícola de cereales, semillas oleaginosas y legumbres.
Mientras que “disminuyó constantemente” en Centroamérica, México y Chile, pero subió considerablemente la importancia de la cosecha de frutas y verduras.
Además de que se registró una disminución del tamaño promedio de las granjas en la región, al reducirse 14.50%, aunque las mexicanas redujeron su tamaño 17.60% en el periodo 1991 a 2007.
La región vive dos problemas, por una parte un porcentaje alto de la población que no puede acceder a alimentos por las condiciones de pobreza en las que viven, por otra parte existe un rápido aumento de personas con sobrepeso y obesidad, lo que genera problemas de salud pública y altos costos.