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Las tendencias tecnológicas se han convertido en grandes protagonistas en la búsqueda de mayor productividad y mejores oportunidades en materia de educación, salud y comunicación. Así lo demuestran los resultados del reporte Perspectivas de la OCDE en ciencia, tecnología e innovación en América Latina.
Se trata de un estudio bianual que busca informar a gobiernos, analistas y tomadores de decisiones sobre los cambios recientes y futuras mega tendencias globales que tendrán una implicación en las políticas internacionales.
En el análisis se expone, por ejemplo, que una mayor población mundial, combinada con un mayor acceso a la educación y al desarrollo económico, se traducirá en más consumidores, innovadores e investigadores a nivel global. Sin embargo, para poder satisfacer las demandas de la población, será necesario fomentar la transferencia de tecnología a los centros con mayor crecimiento poblacional para ayudarles a manejar múltiples retos, entre ellos, que 60% del mundo enfrentará problemas de agua para 2050, y 52% de la tierra cultivable estará afectada por una degradación de moderada a grave.
Por otra parte, el estudio refleja que diferentes países tienen prioridades distintas: por ejemplo, la salud y la ciencia médica representan 24% del gasto público en investigación y desarrollo en Estados Unidos; 22%, en Reino Unido, y 17% en Canadá. Mientras que que la I+D en energía equivale a 19% del total en México; 11%, en Japón, y 9%, en Corea. Es decir, que las prioridades nacionales se están modificando y reflejan cada vez más los crecientes retos sociales como el cambio climático y los asuntos demográficos.
Otro dato importante del estudio es que, en años recientes, las instituciones de beneficencia y fundaciones se han dedicado a financiar cada vez más la investigación universitaria en el área de la salud, especialmente sobre enfermedades atípicas. Esto causará un impacto en las agendas futuras de investigación pública.
Sobre México, el reporte detalla que entre las prioridades en materia de ciencia, tecnología e innovación se encuentran el impulso al talento y la inversión en sectores prioritarios.
No obstante, para que nuestro país logre igualar los niveles de otras naciones de la OCDE
deberá enfrentar retos como mejorar la escala y calidad de su sistema educativo e invertir en TIC y tecnologías relacionadas con el medio ambiente, ámbito que, según el reporte, se ha deteriorado durante la última década.