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Gabriel Contreras, designado para un segundo periodo de cuatro años como presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), debe desmarcarse de las peticiones del Congreso de la Unión que fueron parte de su reelección, así como buscar la unidad dentro del pleno, según expertos del sector.
“[Contreras] llega con una carga política y una serie de presiones e indicaciones del grupo que lo apoyó, de lo cual hay que aislarlo, de esas tentaciones, encargos, que escuchamos, fueron indicaciones públicas”, subrayó Jorge Fernando Negrete, miembro del Consejo Consultivo del instituto.
Este martes, el pleno del Senado decidió que Contreras presidirá el IFT de 2017 a 2021, casi un mes después de que venciera el plazo para ocupar ese lugar, por lo que, conforme a la ley, la comisionada Adriana Labardini tuvo que fungir como presidenta del instituto de manera temporal.
Negrete destacó que los legisladores buscan dar línea a Contreras. “Hubo quién incluso tocó el tema de la Corte, sobre tarifa cero, y dijo: le pido a usted que nos haga caso, o sea, no a la ley”, dijo como muestra de que el Senado quiere dar línea al IFT.
Respecto al contexto de la elección del presidente del IFT, el consejero mencionó que el Senado mostró una de “sus caras más indeseables”, pues las participaciones de todos los partidos políticos adolecían de conocimientos sobre el sector de telecomunicaciones y se politizó el proceso.
“Eran mensajes que parecía que venían escritos o dirigidos de algún sector de la radiodifusión”, advirtió.
Hacia adelante, Negrete dijo que los retos del IFT radican en lograr la inclusión digital y la convergencia.
Agustín Ramírez, experto en telecomunicaciones de la Universidad Anáhuac, señaló que se esperaba la reelección de Gabriel Contreras y en el propio Senado, los grupos parlamentarios, principalmente el PRI, “no lo vieron con malos ojos”.
“Aunque a muchos nos hubiera gustado un cambio importante, principalmente teniendo al frente a María Elena Estavillo, no solamente porque siempre es sano un cambio, sino por la cuestión de género”, expuso.
Sin embargo, la presencia de Contreras asegura continuidad a las políticas del instituto, que no sólo se dará en lo técnico, también en lo político, factor que seguramente se evaluó y donde el desempeño de Contreras no ha sido inadecuado, indicó.
“Independientemente de que el reto que tiene enfrente es fortalecer la autonomía del instituto, quizá le hace falta una defensa más fuerte respecto a las atribuciones del regulador y tendrá la prueba con el derecho de las audiencias”, aseguró el experto.
Contreras no puede desmarcarse políticamente de los legisladores que lo reeligieron, opinó Ramírez.
"Más allá de estar al frente de un organismo constitucional, tampoco hay que olvidar de dónde viene: de Los Pinos, de la Consejería Jurídica, y aunque no llegó en esta administración, de cualquier manera viene del Ejecutivo federal”, afirmó.
