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La falta de tecnología y de vinculación con la estructura productiva limita las exportaciones de los países de América Latina, entre ellos México, además de que restringe el crecimiento económico, dijo la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.
Es importante que los países latinoamericanos logren un enlace entre la tecnología, la estructura productiva y la convergencia de ingresos per cápita, lo que implica un cambio estructural en el que se también atiendan temas económicos, sociales y ambientales.
Durante el 38 periodo de sesiones de la Cepal, Bárcena explicó que esa dependencia a las importaciones crea una “restricción externa que limita la tasa de crecimiento”, por lo que si el mundo crece a tasa de 2%, entonces Argentina y Brasil no podrán crecer más de 1.2%, México se topará en 1.6% y Colombia en 2%.
Lo anterior, debido a que sus importaciones y sus exportaciones, contrario a lo qué pasa en países asiáticos en vías de desarrollo que han desarrollado tecnología.
Así, la única forma de crecer más allá del tope es recurrir al endeudamiento, lo que pone de relieve la pertinencia de optar por un cambio estructural.
Bárcena presentó el estudio Construir un nuevo futuro: una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad’, el cual afirmó que muestra que el problema de fondo es que la región importa más productos y servicios cuando crece, aunque no exporta más. Asimismo, no se adquiere más tecnología que permita producir más para vender.
Reconoció que la solución no sólo es económica, pues está ligada a políticas sociales y a la sostenibilidad ambiental.
En materia ambiental se requieren economías bajas en carbono, con progreso técnico e innovación, así como difundir tecnologías ambientales.
También se deben redistribuir los ingresos de manera anual para reducir la pobreza y la desigualdad en la región. “La igualdad exige una tasa de crecimiento mínima de 4% con redistribución”, recalcó Bárcena.
Una de las consideraciones que se tendrían que realizar es un “transferencia de una línea de pobreza del decil más rico al más pobre, partiendo de 1.5% del PIB en el 2021 y aumentado 0.5 puntos anualmente hasta llegar al 3% en el 2024, permanecer en ese nivel hasta el 2020 se alcanzaría un nivel de Gini de 0.40”.