El euro es la segunda moneda más negociada en el mundo, después del dólar estadounidense. De acuerdo con la Unión Europea en su página web, al menos 20 países de los 27 que conforman la asociación política y económica lo utilizan como moneda oficial. Entre ellos, Francia, Italia, Austria, Portugal y Croacia.
Esta moneda fue introducida en los mercados financieros en el año 1999, pero no fue hasta enero de 2002 que entraron en circulación las primeras monedas y billetes de euros. De acuerdo con el equipo de expertos en finanzas de Invezz, las naciones miembros de la Unión Europea aceptan la soberanía del Banco Central Europeo en materia de política monetaria.
De acuerdo con un artículo del sitio especializado ‘Investopedia’, revisado por el especialista en finanzas Chales Alfareros, la inflación es un factor clave que afecta a todas las monedas, incluido el euro. En economía, este concepto hace referencia al aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un país durante un periodo de tiempo sostenido.
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“Un país con una tasa de inflación constantemente más baja exhibe un valor de moneda en aumento, ya que su poder adquisitivo aumenta en relación con otras monedas”, explica el portal especializado citado anteriormente. A mayor inflación, las naciones usualmente tienden a sufrir una depreciación en su moneda y esto, a su vez, viene acompañado de tasas de interés más altas.
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El Índice de Precios al Consumidor (IPC) es la medida clave de la inflación en la eurozona, puesto que mide la evolución del costo promedio de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo final de los hogares.
Las monedas se ven afectadas por las políticas monetarias de su Banco Central. En el caso del euro, es el Banco Central Europeo (BCE) , cuyas decisiones con respecto a las tasas de interés pueden tener un impacto significativo.
Tanto las tasas de interés como la inflación y los tipos de cambio están directamente relacionados. Las tasas de interés altas atraen capital extranjero, al ofrecer a los prestamistas un rendimiento más alto en comparación con otros países. Esto, a su vez, eleva el tipo de cambio. No obstante, “la relación opuesta existe para tasas de interés decrecientes, es decir, tasas de interés más bajas tienden a disminuir las tasas de cambio”, señala el experto en inversiones, finanzas y contabilidad Tomas Brock para ‘Investopedia’.
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La subida de las tasas de interés, a su vez, está relacionada con el aumento de la inflación. De acuerdo con el BCE, cuando se da un aumento generalizado de los precios, se ven obligados a subir los tipos de interés para que la inflación vuelva a situarse en su objetivo del 2 por ciento a medio plazo. En diciembre de 2022, por ejemplo, acordó un incremento de los tres tipos de interés oficiales al 0,5 por ciento y anunció otro aumento de 50 puntos básicos en marzo del 2023.
Hace unos meses, en septiembre de 2022, el euro llegó a su valor más bajo en 20 años, luego de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos subiera sus tipos de interés en 75 puntos básicos, de acuerdo con el programa ‘DW’.
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La estabilidad financiera en la zona es otro de los factores determinantes a la hora de establecer el precio del euro. Los inversionistas extranjeros, por ejemplo, buscan países que cuenten con un sólido desempeño económico. Si la nación sufre de agitación política, esto puede provocar desconfianza en la moneda y, además, generar movimiento de capital a otros estados.
En palabras de Invezz: “Un país con atributos positivos atraerá fondos de inversión, a comparación de otros países en los que se percibe existe más riesgo político y económico”. Lo contrario sucede cuando el país entra en recesión, pues la depreciación de la moneda se hace presente.
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A la lista de factores que pueden determinar el precio del euro se suma la Cuenta Corriente, que no es más que una de las tres cuentas que componen la balanza de pagos de un país. Un mayor capital se traduce en un rendimiento positivo para la moneda; mientras que un déficit en la cuenta corriente muestra que la nación “está gastando más en comercio exterior de lo que está ganando y que está tomando prestado capital de fuentes extranjeras para compensar el desbalance”. Esto, inevitablemente, puede influir en la tasa de cambio.
El valor de las monedas está principalmente determinado por su oferta y demanda en el mercado. La oferta, por una parte, es producto de las exportaciones y las entradas de capital; mientras que la demanda viene determinada por las importaciones y las salidas de capital.
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