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La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz ( AMIA ) mencionó que en los próximos años enfrenta tres principales retos en el país.
El primero es la entrada en vigor del Tratado México-Estados Unidos-Canadá ( T-MEC ) el cual conlleva un cambio radical en las reglas de origen para la fabricación de vehículos ligeros , una nueva metodología y el incremento de los porcentajes de contenido regional.
Además de la introducción de nuevos requisitos, lo cual implica un reto en términos de proveeduría y costos, dijo José Guillermo Zozaya, nuevo presidente ejecutivo de AMIA.
El segundo reto para el sector es trabajar de la mano con el gobierno federal en una estrategia para la renovación del parque vehicular con el fin de que los mexicanos cuenten con automóviles más seguros y eficientes.
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El tercero es entablar un diálogo más cercano, abierto y transparente con las autoridades correspondientes en políticas públicas e integrales que garanticen un marco normativo adecuado en el sector automotriz en el país.
“Estamos viviendo un retador momento que vemos como una oportunidad para hacerle frente a los retos e innovar.
“Ahora más que nunca necesitamos tejer relaciones duraderas que sumen para aportar verdaderas soluciones a los desafíos que enfrentamos como industria a corto y mediano plazo”, indicó Zozaya, en su primera conferencia de prensa como presidente de AMIA.
Zozaya agregó que ya se nota una recuperación de la producción y exportación de vehículos después de los meses de confinamiento por la pandemia.
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“Eso nos indica que viene una recuperación y como AMIA estaremos ahí para apoyar a todas las armadoras.
“Hay toda una infraestructura para que la recuperación sea rápida, fuerte y confiamos en que esto se empiece a sentir en los próximos meses”, aseguró.
Sin embargo, la velocidad y el tamaño de la recuperación dependerá del rumbo que tome la pandemia cuando esté disponible una vacuna. AMIA destacó que el sector automotriz genera 3.8% del Producto Interno Bruto nacional y 20.5% del PIB manufacturero.
Además, genera 980 mil empleos de manera directa y 3.6 millones de manera indirecta.
Mientras que las armadoras han invertido 36 mil millones de dólares en el país, en los últimos 5 años.
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