Tabasco, Oaxaca, Guerrero y Campeche son las entidades del sur mexicano con menor acceso a internet en sus hogares por cada 100 habitantes, situación que los aleja de la oportunidad del trabajo remoto, la educación en línea y el comercio electrónico durante la cuarentena por Covid-19.
“La gente que vive en el sur de México no tiene la conectividad ni los dispositivos ni el poder adquisitivo para adquirirlos, no tiene la habilidad digital, entonces no tiene acceso a contenidos”, comenta Ernesto Piedras, director de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
Explica que la conectividad no es un lujo ni sino una necesidad básica y no contar con ella ensancha la brecha de desarrollo en términos de asequibilidad y accesibilidad.
“Hay gente que no tiene la conectividad y queda incomunicada, incapacitada de trabajar, estudiar, socializar y de apropiarse de entretenimiento”, destaca Piedras.
Esto demuestra la necesidad de una política digital que desde hace 11 años propuso la iniciativa privada, la academia y la sociedad civil a través de una agenda digital.
A la fecha, no se cuenta con el documento de Estrategia Digital Nacional, coordinación que depende de la Presidencia.
Cifras del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) a septiembre del año pasado indican que en Tabasco y Oaxaca tienen internet 24 de cada 100 hogares; Guerrero, 33 de cada 100, y en Campeche 36 de cada 100.
A estos se suma Hidalgo que, ubicado en el centro del país; tiene 32 hogares con acceso a internet de cada 100 que hay en la entidad.
De manera que la probabilidad más baja de usar internet se ubica en Guerrero, con 51.3%; Oaxaca, 48.9%, y Chiapas, 41.9%, destaca un estudio del regulador con datos de 2018.
En contraste, la probabilidad de que la población de Baja California use internet es de 80.8%; Sonora, 79.1%, y Nuevo León, 78.5%.
“Las brechas de acceso y uso a las tecnologías digitales han mostrado la grave situación de fragilidad en la que están muchos segmentos de por sí vulnerables de la población, tales como adultos mayores, hogares de bajos ingresos y habitantes de zonas rurales”, destaca el estudio Las oportunidades de la digitalización en América Latina frente al Covid-19.
Estos segmentos están excluidos de acciones en salud, educación y trabajo que utilicen las tecnologías en la actual contingencia.
Fernando Rojas, responsable del Observatorio Regional de Banda Ancha de la Cepal, opina que América Latina mantiene el problema de desigualdad en acceso a Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s).
“El acceso a internet por quintiles de ingresos muestra que más de 90% de los hogares de los dos quintiles más pobres no están conectados”; a escala regional hay 36 millones de niños y 18 millones de adultos mayores sin acceso a la red.
La pandemia hace que resurja la importancia de amplificar el acceso a las TIC’s, pues las políticas y medidas que existen tienen impactos bastante limitados, señala Rojas.