El ingreso por el gasto total de los visitantes internacionales a ascendió a 2 mil 299 millones de dólares en mayo pasado, cifra 4.4% inferior a la reportada en abril, con lo que liga dos meses a la baja y se ubica en su menor nivel desde octubre del año pasado, revelaron datos publicados por el Inegi.

La desaceleración de esta importante fuente de divisas del país es resultado de varios factores, entre los cuales destaca la fortaleza del peso, coincidieron especialistas.

Ayer, la divisa mexicana se ubicó en 17.07 unidades por dólar, lo que significa una apreciación de 12.4% o 2.41 pesos en lo que va del año, de acuerdo con datos de Bloomberg.

Esta mayor apreciación del peso ha desincentivado el consumo de los turistas internacionales que visitan el país, es decir, viajeros residentes en el extranjero que pernoctan en México y cuyo gasto medio ascendió a 652.42 dólares por persona en mayo, su nivel más bajo en 2023.

Adicionalmente, la incertidumbre sobre una posible recesión también ha afectado al turismo internacional en México. Esto se observa en la baja de algunos indicadores de confianza del consumidor a nivel global, provocando que las personas pospongan ciertos gastos o planes vinculados al turismo, explicó James Salazar, subdirector de análisis económico de CI Banco.

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“Ante la posibilidad de una recesión, las personas hacen ajustes si tienen planes de turismo, y está el riesgo de quedarse sin empleo o trabajar menos. Las familias se la piensan dos veces antes de hacer un viaje internacional”, agregó el especialista.

Fuente Inegi y Segob
Fuente Inegi y Segob

Para Francisco Madrid, director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) de la Universidad Anáhuac México, la vuelta de la competencia, más que la incertidumbre sobre una posible recesión, es lo que ha contribuido a la desaceleración del turismo internacional en México.

Seis de cada 10 visitantes foráneos que llegaron vía aérea al país son de origen estadounidense, los cuales han sido los principales responsables del menor dinamismo. De enero a mayo del presente año sumaron 5.3 millones de viajeros, cifra 4.2% inferior a la reportada en el mismo periodo del año anterior, conforme a los datos más recientes de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.

“Sobre todo, vemos el descenso en el mercado de Estados Unidos. No es que los estadounidenses hayan dejado de viajar, lo que sucede es que están viajando a otros lugares”, destacó.

“Los destinos que estuvieron cerrados o tuvieron restricciones han dejado eso atrás, entonces nos encontramos en un terreno ya de una competencia internacional bastante normalizada”.

A lo anterior, Madrid agregó que México no tiene una inversión promocional en materia de turismo como otros países, lo que reduce significativamente su capacidad de competir contra otros destinos.

Impacto de inseguridad

Por otra parte, los especialistas coincidieron en que otro factor que ha impactado al sector tiene que ver con la inseguridad pública. Algunos de los destinos característicos del turismo internacional en el país se han visto envueltos en escándalos en términos de delincuencia organizada, lo que no ayuda a su imagen en el exterior.

Hacia adelante, la perspectiva es incierta. Para este verano se observa una ligera recuperación en el volumen de asientos que están ofreciendo las líneas de Estados Unidos a México, comentó Madrid.

“Hay para el Caribe 5.5% más asientos, mientras que para México hay 2.8%, aunque algunos destinos se ven francamente mal, como el aeropuerto de Puerto Vallarta, que tiene una disminución de casi 20% de asientos”, dijo.

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Con esto, se podría ver quizás una disminución o freno del patrón de desaceleración, pero para los meses de julio, agosto y septiembre, Madrid estimó un entorno de crecimiento bastante moderado.

En su opinión, lo que más preocupa es el mercado de Estados Unidos, y ahí es posible que se sigan viendo retrocesos o crecimientos magros.

“Por la fuerza del principio de año, pues probablemente al final de 2023 todavía estaremos en terreno positivo, con un crecimiento muy pequeño, pero nada que ver con lo que vimos el año pasado”, afirmó.

Para el cierre del año, Salazar estima que el tipo de cambio llegaría a 17.80 pesos, y para el próximo en 18.70 unidades. En el mediano y largo plazos se observa una menor apreciación o fortaleza en la moneda mexicana, lo que podría mejorar la perspectiva del turismo internacional, señaló.

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