México lleva dos semanas consecutivas ampliando su fortaleza cambiaria contra Argentina.
La supermoneda nacional finalizó el viernes en 20.90 pesos argentinos y fue su cierre más fuerte en la historia.
Hace sólo un año, la paridad se encontraba en 8.56 pesos argentinos por cada moneda mexicana, de acuerdo con las operaciones al mayoreo que reporta Bloomberg.
En 2018, las monedas de ambas naciones tenían el mismo poder adquisitivo, es decir, cada peso mexicano equivalía a uno argentino.
El colapso cambiario se debe a que durante los últimos años el Banco Central de Argentina aceleró la emisión de pesos para financiar el déficit del gobierno de Alberto Fernández, lo que se conoce como “señoreaje”.
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A partir de 2020, el gigante sudamericano imprimió pesos por cerca de 16 puntos de su Producto Interno Bruto (PIB), el tercero más grande de América Latina y una población de cerca de 47 millones de personas.
“El problema no es que en la Argentina falten dólares, sino que hay un exceso furioso de pesos”, explicó Javier Milei, presidente electo de Argentina, en repetidas ocasiones.
Consciente de que “la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario”, Milei confirmó que va a eliminar el peso para lograr “el fin de la inflación”, cuya tasa llegó a 143% el mes pasado, la cuarta peor del planeta y 33 veces mayor que en México.
El viernes, la Oficina del presidente electo ratificó que cerrará el Banco Central de Argentina.
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