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El superpeso y la desaceleración de la actividad manufacturera en Estados Unidos impactaron en las exportaciones mexicanas durante los últimos tres meses del año pasado, revelan los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El valor de las ventas de mercancías al exterior, uno de los principales motores de la recuperación económica de México, reportó durante diciembre un retroceso de 1.4% frente a noviembre, para ligar tres meses a la baja. Por su parte, la moneda mexicana tuvo una apreciación frente al dólar de 3.3% o 67 centavos del 30 de septiembre al 31 de diciembre pasado.
“El menor dinamismo de las exportaciones en el último trimestre del año es resultado principalmente de dos factores: uno es la desaceleración global y el otro es la pérdida de competitividad por nuestro tipo de cambio apreciado”, explicó Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector Casa de Bolsa.
En su opinión, la apreciación del peso sólo es una buena noticia en términos de contener la inflación, pero fuera de eso todas las demás implicaciones de una moneda fuerte son negativas, porque implica pérdida de competitividad en general.
El otro factor que está incidiendo en el menor dinamismo de las exportaciones es la desaceleración de la economía global, en particular en lo que se refiere a Estados Unidos, que es el principal socio comercial de México.
La contracción de las ventas al exterior se debió principalmente a las exportaciones manufactureras, que retrocedieron 2.7%. A su interior las automotrices bajaron 2.4% en diciembre.
Por el contrario, las exportaciones de petróleo y derivados reportaron un crecimiento mensual de 11.3%, luego de dos periodos consecutivos a la baja.
“El menor dinamismo de las exportaciones es una de las fuentes de agotamiento económico de México para 2023. La actividad global se va a desacelerar y nosotros con ellos y con un tipo de cambio apreciado, todavía más”, advirtió Muñiz.
A diferencia de las ventas al exterior, el valor de las importaciones todavía logró registrar un repunte de 2.7% en diciembre, luego de cinco lapsos consecutivos a la baja.
“Vamos a ver una desaceleración de la demanda interna y eso se va a ver reflejado en las importaciones, (...) habrá una desaceleración global que nos va a afectar a nosotros y a todo el mundo, lo que se va a reflejar en las exportaciones, particularmente en las manufactureras y de automóviles”, estimó el experto.
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