El peso rompió el piso sicológico de los 17 pesos por dólar al mayoreo este miércoles, impulsado por un mejor dato al esperado de la inflación de Estados Unidos en junio, y llegando a niveles de 16.81 unidades, su mejor registro en casi ocho años.
Más tarde, la paridad regresó a 16.89 pesos, con lo que registró una apreciación de 0.87% o 15 centavos en la jornada, indican datos de Bloomberg.
Sin embargo, de acuerdo con especialistas, la posibilidad de que la paridad se mantenga por debajo de 17 unidades dependerá de la postura de la Reserva Federal (Fed) estadounidense en su próxima reunión del 16 de julio, cuando decidirá un nuevo aumento a su tasa de interés.
Si la postura es claramente restrictiva (hawkish), con la amenaza de una nueva alza en septiembre, el probable que la paridad regrese a ubicarse arriba de 17 pesos; sin embargo, con una postura más suave (dovish) es probable que el peso siga ganando terreno y avanzando hacia un mínimo técnico de hasta 15.50 unidades, explicó James Salazar, subdirector de análisis económico de CI Banco.
Para el subdirector de análisis de Vector Casa de Bolsa, Luis Adrián Muñiz, el superpeso está sobrevaluado y no se debería pensar en apreciaciones consistentes o sistemáticas.
“Fundamentalmente, hay pocos argumentos que sustenten el nivel actual. Es decir, es más fácil que la moneda pierda terreno en los próximos meses a que se fortalezca”, estimó.
Por su parte, el dólar al menudeo cerró el miércoles en 17.30 pesos en ventanillas de los bancos, 1.03% o 18 centavos abajo del cierre del martes, indican datos de CitiBanamex.
El Departamento del Trabajo de la Unión Americana dio a conocer esta mañana que la inflación anual se desaceleró a 3.0% en junio, marcando el décimo segundo mes consecutivo de caídas y la lectura más baja desde marzo de 2021. Bajó de 4.0% en mayo y se encontró por debajo de las previsiones de 3.1%.
El dato era relevante para el debate del mercado sobre una segunda alza de tasas de interés de 25 puntos base en septiembre o noviembre por parte de la Reserva Federal, con el incremento de julio ya descontado, explicaron analistas de Banorte.
Menor riesgo de recesión
Con estos resultados, el mercado empieza a especular que la Fed no tendría necesidad de subir más de dos veces la tasa de interés en lo que resta del año debido a que ha tenido éxito en el control de la inflación, lo que podría implicar que se evite la recesión, explicó Salazar.
Desde su punto de vista, “la idea de un aterrizaje suave, la posibilidad de una ralentización sin un enfriamiento completo de la economía que lleve a una recesión, vuelve a cobrar fuerza con datos como los de hoy, como lo que vimos la semana pasada con el mercado laboral”.
Estas son las razones de que aumente el atractivo por activos de mayor riesgo, y entre ellos, las monedas como el peso. Esto da fuerza a la moneda para romper el piso de las 17 unidades, y no sólo eso, sino que logre consolidarse varios días, al menos hasta la próxima reunión de la Fed, el 26 de julio, dijo Salazar en entrevista con EL UNIVERSAL.
A partir de ese momento, con el asunto del diferencial de tasas de interés, no sólo en la parte nominal, sino real, y con la inflación empezando a cobrar un poco más de fuerza, se podría generar cierta presión en el tipo de cambio, estimó el especialista.
Sin embargo, Salazar consideró que no se puede descartar que la paridad siga bajando, que la Fed no convenza a los mercados en su próxima reunión, con una postura débil, y la paridad bajaría a 16.50 pesos por dólar en espera de los siguientes encuentros de política monetaria.
Contraste en pronósticos
La encuesta que CitiBanamex aplicó a 29 instituciones la semana pasada reveló que el consenso anticipa que el tipo de cambio terminará este año en 18.30 pesos por dólar. Sin embargo, las proyecciones están dispersas.
El banco francés BNP Paribas es el participante más optimista, con una estimación de 16.50 unidades para final de año; en el otro extremo, como el más pesimista, aparece Masari Casa de Bolsa, con pronóstico de 20.70.