Tres de cada cinco empresas en México han sido víctimas de un ciberataque en el último año, mientras que diariamente se contabilizan 7 mil de este tipo de irrupciones en el país, de acuerdo con un estudio realizado por Avantika.
“Al menos 80% de las empresas atacadas desestimaron que esto pudiera sucederles, por lo que, en consecuencia, 100% de las compañías que recibieron un ciberataque perdieron clientes e información valiosa”, destacó la firma proveedora de soluciones de tecnologías de la información.
Lo anterior se debe al trabajo a distancia a causa de la pandemia de Covid-19, pues las redes domésticas son vulnerables al no contar con protocolos de seguridad y encriptación, haciéndolas un blanco fácil para los hackers.
Avantika estimó que las empresas que cuentan con un modelo híbrido de trabajo son el blanco de los ciberdelincuentes, de manera que no implementar medidas de seguridad en sus redes domésticas y en la información que transmiten, puede derivar en ser susceptibles ante un ciberataque con altos costos.
La recomendación para las compañías es implementar una política zero trust (cero confianza) considerando que no existen los puntos seguros. Se debe tener control estricto del acceso a las bases de datos, establecer la seguridad por capas en la información, contar con un respaldo en una ubicación externa y nadie debe acceder a datos sensibles si no tiene relación con esa área.
“Sin herramientas de control de monitoreo, las actividades de la empresa se vuelven el punto más frágil, no sólo en temas de productividad, sino de ataque por parte de hackers que frecuentemente buscan puntos débiles dentro de las organizaciones para ingresar y robar datos”, comentó Luis Fridman, CEO de Avantika.
Por ello, en un entorno laboral híbrido el nivel de productividad debe considerarse también como un elemento más en la ciberseguridad empresarial, agregó. Asimismo, sugirió que implementen medidas de protección ante la vulnerabilidad de la red para que se frenen los posibles ciberataques.
“El costo de no contar con un plan de seguridad puede ser muy alto, mientras que la inversión para prevenirlo y mantener la operación y rentabilidad de una empresa, puede ser infinitamente más económico y evita tener que salvarla de la quiebra por un ciberataque”.