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Si bien el gobierno planteó iniciar la primera fase del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles el 21 de marzo de 2022, las vialidades de acceso, sobre todo las vitales para llevar a miles de pasajeros, avanzan lento.
A 100 días del banderazo de salida, la ampliación del Tren Suburbano lleva un avance de 0%, según información del ejecutor del proyecto, la Dirección General de Desarrollo Ferroviario y Multimodal, de modo que se prevé que inicie operaciones en septiembre de 2023; 18 meses después del AIFA.
Esto se explica en buena medida porque, a septiembre pasado, se han otorgado seis contratos: dos a Scala Supervisión, Consultoría, Asesoría y Laboratorio; tres a Key Capital; y uno más a Axpar Grupo Integral de Ingeniería. No obstante, todos ellos son para proyectos ejecutivos de obras que más adelante se van a desarrollar.
Durante un recorrido para supervisar las obras del AIFA, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el trayecto para llegar a la terminal desde la Ciudad de México será de 45 minutos usando el tren.
El Análisis costo-beneficio del proyecto de extensión del Tren Suburbano de Lechería a Santa Lucía, entregado al gobierno federal en 2020 y cuya copia posee EL UNIVERSAL, supone “una extensión de 23 kilómetros hasta el futuro aeropuerto internacional”, que con el tramo existente permitiría 23 mil 26 viajes diarios de usuarios que se transporten en el tren.
Los usuarios, según las proyecciones de estudios de movilidad, harían un tiempo de viaje promedio de 71 minutos, 26 más del estimado por el Presidente.
Esta duración estaría integrada de un “tiempo de recorrido”, que es el promedio de viaje de todas las alternativas existentes entre un par de origen-destino, estimado en 61 minutos.
Hay que sumar el “tiempo de espera”, que es el promedio que debe esperar el usuario a abordar la primera unidad de transporte, calculado en 5 minutos.
Además, se deben tomar en cuenta 5 minutos adicionales por el “tiempo de transferencia”, que es el tiempo que le lleva al usuario realizar uno o más transbordos en la red de transporte, según las proyecciones de los estudios de movilidad.
