El perfeccionamiento de los (criptomonedas estables) y sus diferentes modelos podrían llegar a reunir un mayor capital del que mueven ahora las plataformas como bitcoin o ripple, consideró Yoliztli Gutiérrez, CEO de YG, firma de abogados especializada en comercio electrónico, fintech y medios de pago digitales.

Por diseño y en comparación con los bitcoins o ether, que son inversiones de alto riesgo ―explicó la especialista—, los stablecoins son criptomonedas que tratan de reducir la volatilidad y los riesgos de los inversionistas.

Yoliztli Gutiérrez aseguró que existen dos tipos de stablecoins: el primero es controlado por varios algoritmos para mantener un precio estable, mientras que el segundo está respaldado por dinero, bienes o por otras criptomonedas, por lo que también se denominan colateralizadas (respaldadas).

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Al respecto, la empresaria enfatizó la afirmación de Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), en que lo más importante es contar con un respaldo cierto y controlado de las criptomonedas fiat (dinero fiduciario), por lo que su emisión debe estar bajo la tutela de los bancos centrales y su comercialización mediante entidades financieras autorizadas.

En consecuencia, Yoliztli Gutiérrez coincidió en que la finalidad debe ser generar confianza entre los usuarios, de forma que este tipo de criptomonedas puedan ser aceptadas como criptomonedas fiat, con total respaldo institucional, pero no necesariamente gubernamental.

“Es innegable que los costos de infraestructura para operar este tipo de criptomonedas es menor que el de otros productos financieros, sin mencionar que el futuro nos alcanzó, mientras el sistema financiero de algunos países hacía otras cosas, por lo que la tecnología los ha forzado a rediseñar sus modelos de negocios y puso a los gobiernos a crear legislación al respecto, alrededor del mundo”, concluyó Yoliztli Gutiérrez.