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Las políticas que dan prioridad a la sostenibilidad de las finanzas públicas respaldan la calificación de México, ubicada actualmente en BBB- con perspectiva estable, al igual que el marco de política macroeconómica estable y predecible, dijo la agencia Fitch Ratings .
Sin embargo, la firma advirtió que la contracción económica y la depreciación del peso seguirán empujando la relación entre la deuda y Producto Interno Bruto del sector público a un máximo de varias décadas, cerrando en 547% en 2020, según el proyecto de presupuesto presentado a principios de mes por el gobierno federal.
“Esto hará que la proporción caiga a 52.2% en 2026, aún más alta que en 2019, cuando se ubicaba en 45.6% como proporción del Producto Interno Bruto ”, explicó la firma.
Ante este entorno, la agencia dijo que México mantiene una postura fiscal relativamente estricta que respalda las finanzas públicas del país , a pesar de la erosión en algunos soportes fiscales.
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“Hemos reducido nuestro pronóstico de déficit para 2020 a 4.8% del PIB desde el 5.9% para reflejar ingresos más fuertes de lo esperado. Los riesgos en torno a nuestro pronóstico para 2021 se reducen por la probable transferencia de ganancias del Banco de México, aunque las suposiciones del gobierno sobre la producción de petróleo y los ingresos asociados y el apoyo de Pemex pueden resultar optimistas”, añadió.
Fitch Ratings añadió que el proyecto de presupuesto del Ejecutivo revisó el pronóstico del gobierno para el saldo presupuestario primario del sector público no financiero de 2020 a un pequeño déficit de 0.2% del PIB desde el 0.6% previsto en julio, gracias a ingresos fiscales relativamente firmes a pesar de la recesión económica.
“Las estimaciones del gobierno sitúan los ingresos petroleros a nivel federal alcanzando solo el 1.1% del PIB, 0.7 puntos porcentuales menos que en 2019. Sin embargo, los ingresos tributarios han demostrado ser resistentes y el gobierno planea reducir 236 mil millones de pesos, del Fondo de Estabilización del Petróleo (FEIP) en 2020 y otros fondos.
“Esto ayudará a impulsar los ingresos no tributarios al 2.2% del PIB y limitará la caída de los ingresos generales del gobierno a 0.6% del PIB este año, según el proyecto de estimaciones presupuestarias”, recordó la agencia.
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Así, la reducida base de ingresos de México implica espacio para generar fuentes de ingresos adicionales.
“El proyecto de presupuesto descarta nuevos impuestos o tasas impositivas más altas, lo que respalda la opinión de Fitch de que la reforma fiscal no se introducirá antes de 2022. El crecimiento de los ingresos fiscales el próximo año, que el proyecto de presupuesto prevé un 5,7% en comparación con las estimaciones oficiales de 2020, dependerá de la recuperación y mejor ejecución”, añadió.
cev/nv