La inflación superó expectativas y llegó a 5.18% en la primera quincena de junio, la menor tasa anual en más de dos años, según datos del Inegi, aunque persisten los riesgos al alza, advirtieron especialistas.

La inflación general mostró una disminución gradual debido a que se moderan las presiones sobre los precios de mercancías y servicios en el componente sub- yacente y a que bajaron los precios de productos agropecuarios y energéticos en el no subyacente.

Mientras la subyacente, es decir, la parte más dura de la inflación, disminuyó a 6.91% y quedó debajo de 7% a tasa anual por primera vez desde marzo del año pasado, la no subyacente (que incluye productos agropecuarios y energéticos) se ubicó en un mínimo 0.03%, la menor tasa anual desde la segunda quincena de mayo de 2020.

Destaca lo bajo del dato de la inflación no subyacente, que fue el segmento que más contribuyó a contener el alza de precios en la primera mitad de junio; sin embargo, también es un importante factor de riesgo, debido al comportamiento tan volátil de los precios que puede tener este grupo de bienes y servicios, comentó Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector.

“Hay que estar muy atentos al comportamiento de la inflación no subyacente, porque cuando ésta se revierta, puede hacer que la inflación general interrumpa su tendencia a la baja e incluso que se acelere”, advirtió.

Estimó que en el cuarto trimestre se podría observar esta reversión de los precios no subyacentes y que comiencen a crecer. El mercado está consciente de esta posibilidad, dijo, y es por eso que las proyecciones de la inflación para el cierre del año no van más abajo de un rango de 4.8% a 5.0%.

Otro factor de riesgo para la inflación es el efecto que podrían tener las altas temperaturas en la producción agropecuaria y la demanda de energéticos (por ejemplo, electricidad y gas natural para ventilación), destacaron especialistas de Banorte en un análisis.

Sugirieron tomar con cuidado ese factor, ya que estos bienes cuentan con volatilidad fuerte y son afectados por diversidad de factores. Sin embargo, la coyuntura alude a la posibilidad de un rebote fuerte, sobre todo tras su buen desempeño reciente.

La dilución de los cuellos de botella, los menores precios de materias primas, la disminución en costos logísticos, la apreciación del peso frente al dólar y la expectativa de menores presiones de demanda (aunque el consumo privado ha sido más resiliente a lo esperado), seguirán contribuyendo a que la inflación tenga una tendencia descendente, estimó Paulina Íñiguez, analista económica de Ve por Más.

Coincidió en que fenómenos como la posible formación del El Niño podrían presionar temporalmente los precios de productos agropecuarios.

Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión y muchas opciones más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios

Noticias según tus intereses