La posibilidad de una huelga parece cada vez mayor en los tres grandes fabricantes de autos estadounidenses, a falta de un acercamiento entre sindicatos y dirección el miércoles, el primer día del salón del automóvil de Detroit.
"Nos estamos preparando para hacer huelga contra estas empresas de un modo que nunca antes habíamos visto", dijo Shawn Fain, presidente del gremio United Auto Workers (UAW), durante una conferencia por internet.
Las posiciones del sindicato y de la dirección están "muy alejadas", añadió.
El jueves a medianoche vencen los convenios colectivos de los "tres grandes": Ford, General Motors y Stellantis, propietario de Chrysler.
Fain precisó que la interrupción de labores podría comenzar el viernes en un número limitado de fábricas, y se extendería gradualmente mientras continúan las negociaciones.
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La búsqueda de un acuerdo comenzó hace varios meses, bajo el nuevo liderazgo de Fain, quien exige importantes subidas salariales para los cerca de 150 mil miembros de los tres grupos, en virtud de las ganancias récord registradas.
Previamente, el UAW anunció también la organización de una movilización el viernes en el centro de Detroit, con el senador Bernie Sanders, cercano a la izquierda radical y un ferviente defensor de los sindicatos.
General Motors dijo en un comunicado el miércoles por la noche que sigue "negociando de buena fe".
"Estamos haciendo progresos en las áreas clave que creemos que son más importantes para los miembros de nuestro equipo representado", aseguró la compañía, en referencia a los trabajadores de la industria automotriz.
"Esto incluye aumentos salariales anuales garantizados históricos, inversiones en nuestras plantas de fabricación de Estados Unidos para ofrecer oportunidades a todos y acortar el tiempo para que los empleados en progresión alcancen los salarios máximos", añadió.
Stellantis informó, en tanto, que "sigue esperando la respuesta de la UAW a la oferta" que presentó el martes. "Nuestro objetivo sigue siendo negociar con espíritu constructivo para tener un acuerdo provisional sobre la mesa antes de que expire el convenio colectivo".
La respuesta más tajante vino de Ford, que tiene más trabajadores representados por sindicatos que las otras dos empresas. El consejero delegado, Jim Farley, dijo que tampoco había recibido una contraoferta a su última propuesta.
Farley se había mostrado optimista el martes al anunciar la que, dijo, era la tercera oferta al UAW, la "más generosa" en 80 años, que incluye aumentos salariales y medidas de protección contra la inflación, 17 días de vacaciones pagadas y mayores aportes jubilatorios.
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Fain exige aumentos salariales del 40%, de la misma magnitud que los concedidos a los directivos en los últimos años, y seguridad laboral durante la transición al vehículo eléctrico, entre otras peticiones.
La incertidumbre sobre la situación laboral le ha bajado velocidad al impulso del salón del automóvil de Detroit, una de las citas más importantes de la automoción que arrancó el miércoles por la mañana.
Anteriormente se celebraba en enero, pero se reinició en otoño de 2022 con un enfoque principal en los consumidores minoristas.
Ford dio el pistoletazo de salida a la edición de este año con la presentación el martes por la noche de su "pick-up" F-150, el vehículo más vendido en Estados Unidos desde hace varias décadas.
General Motor y Stellantis también desvelaron nuevos vehículos en abarrotadas conferencias de prensa en la mañana del miércoles, pero las discusiones laborales se han llevado toda la atención de los asistentes.
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