Jesús Soto perdió su empleo en mayo, en los días más difíciles para la actividad económica por el Covid-19. Tres meses después, sin ingresos, busca las alternativas para seguir pagando su casa.
“Tengo que ver la reestructuración del apoyo que me dieron y esto no tiene para cuándo acabarse. Ahora tengo que ver cómo le voy a hacer para conseguir los 3 mil 600 pesos que me piden de mi crédito”, explica.
Jesús explica que hay pocas opciones laborales y las disponibles están mal pagadas. Si bien ha querido esperar a que se reactive la actividad económica, es inevitable caer en la desesperación.
“Trato de ver lo más favorable, pero hay días complicados que no sé hacia dónde vamos a ir. Cada quien va tratando de buscar la mejor forma de vivir el día a día, pero hay ocasiones en que no las encuentras. Está complicado porque no sabemos hasta cuándo termina todo esto”, dijo.
Casos como el de Jesús empiezan a presentarse en organizaciones que orientan sobre alternativas para negociar con los bancos ante la falta de ingresos para pagar, principalmente por desempleo. El grupo asesor Defensa del Deudor incrementó 70% la visita de usuarios de servicios financieros que buscan una salida.
De acuerdo con Ángel González, director General de la organización, hay temor a embargos y demandas entre los usuarios, además de que existe mucha desinformación sobre las opciones de conciliar con los bancos.
El representante de Defensa del Deudor señala que el problema apenas empieza. Los mayores impagos se darán en septiembre y los bancos harán lo posible por recuperar la mayor parte del dinero que prestaron a clientes.
Explicó que después de los programas de prórroga que aplicaron bancos, los clientes que han comenzado a pagar en agosto ya tienen problemas con las instituciones, ante mayores cobros o dudas sobre sus créditos.
“Vemos confusión y molestia por parte de muchos clientes que no saben por qué les están cobrando o por qué les están requiriendo el total, o el asunto de que el banco no les está dando opciones realistas y sencillamente van a caer en morosidad”, dijo.
Si bien la crisis de impago comienza, Defensa del Deudor calcula que un tercio de los 9.2 millones de usuarios que se apegaron a las prórrogas de bancos no cubrirán sus deudas.