La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos decidió mantener su tasa de interés entre 5.25% y 5.50%, después de su reunión para determinar si tendría un cambio ante los datos de la inflación en ese país.
En su último encuentro, que tuvo lugar el 30 y 31 de enero, se decidió mantener los tipos de interés en la horquilla actual, su máximo nivel desde 2001, y se adelantó que si la economía evoluciona positivamente habrá bajadas este año, aunque no este miércoles.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) explicó en su comunicado que la decisión se ha tomado con el objetivo de lograr el máximo empleo y devolver la inflación al objetivo del 2%.
El presidente del banco emisor, Jerome Powell, precisó que cualquier cambio al respecto se tomará "reunión a reunión" y conforme a los datos entrantes.
Pero los gobernadores de la Fed anticiparon también este miércoles que los tipos de interés se moverán en una horquilla mediana tres cuartos de punto por debajo de la tasa actual, con lo que la Fed ejecutaría tres bajadas de tipos a lo largo del año.
Según esa previsión, que no tiene por qué cumplirse, los tipos se situarán en el 4.6% en 2024, (el equivalente a un rango del 4,5 % al 4,75 %), para recortarse al 3.9% en 2025 y llegar 3.1% en 2026. El pronóstico para los dos próximos años es tres y dos décimas de punto superior, respectivamente, a lo avanzado en diciembre.
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La Fed basa sus decisiones principalmente en la evolución del producto interior bruto (PIB), de los precios y del mercado laboral, las variables de su mandato.
El índice de precios al consumo (IPC) subió al 3.2% en febrero a nivel interanual, mientras que respecto a enero aumentó un 0.4%, por encima de lo esperado por los analistas y muy lejos de la meta del 2%.
A su vez, Estados Unidos cerró 2023 con un crecimiento de su PIB del 3.1%, según indicó a finales de febrero la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA, en inglés), y dejó así atrás las preocupaciones sobre una recesión.
Y la creación neta de nuevos puestos en febrero resultó en 275 mil empleos, en comparación con 229 mil en enero. Fue una cifra que volvió a demostrar la fortaleza del mercado de trabajo estadounidense.
"Los indicadores recientes sugieren que la actividad económica se ha estado expandiendo a un ritmo sólido", dijo Powell, para quien la fuerte creación de empleo ha ido acompañada de un aumento de la oferta de trabajadores, en parte debido a un ritmo de inmigración "fuerte y continuado".
Desde su organismo se previó que la economía estadounidense crecerá un 2.1% en 2024, frente al 1.4 pronosticado en diciembre, y que la inflación se situará en el 2.4%, un porcentaje sin cambios respecto a finales de 2023.
Para el representante del banco central estadounidense, los tipos pueden haber alcanzado su pico en este ciclo de ajuste y en algún momento de este año podría ser apropiado comenzar a bajarlos si la economía evoluciona favorablemente.
El índice Standard & Poor's 500, es uno de los índices bursátiles más importantes de Estados Unidos, acogió la decisión de la Fed superando por primera vez la barrera de los 5 mil 200 puntos, un máximo histórico.
Se está en una situación, advirtió Powell, en que si se relaja la política de tipos demasiado o demasiado pronto la inflación podría subir, y si se hace demasiado tarde se pueden causar "daños innecesarios al empleo", por lo que desde la Fed se insistió en la necesidad de "tener cuidado".
Para el organismo, aunque la situación económica es incierta, los riesgos para alcanzar los objetivos de empleo e inflación se están acercando a un mejor "equilibrio", lo que no evita que el FOMC esté dispuesto a ajustar la orientación de la política monetaria si surgen riesgos.
Powell añadió por otra parte que seguirán el ritmo de reducción de su programa de compra de bonos para inyectar más liquidez al sistema y lo finalizarán "lo suficientemente pronto para evitar turbulencias", aunque "vigilando el sistema bancario".
El programa de compra de activos ha estado reduciéndose desde junio de 2022 con el objetivo de limitar la liquidez del sistema, que se amplió durante la pandemia con un programa de compra de bonos por valor de 4.6 billones de dólares. Con información de EFE.
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