La comodidad de los turistas se ve comprometida en uno de cada cuatro Pueblos Mágicos, que no cuentan con sucursales de la banca privada, mientras que hay algunos que carecen hasta de cajeros automáticos.
El 26 de junio, la Secretaría de Turismo (Sectur) anunció la incorporación de 45 localidades a la marca Pueblos Mágicos que nació en 2001 y que, desde que comenzó este gobierno, carece de presupuesto federal.
Concebido para apoyar el turismo en poblados con atractivos singulares, el programa incluye un total de 177 destinos, donde habitan más de 10 millones de personas. Sin embargo, hay 42 que no tenían ni siquiera una sucursal en mayo pasado, según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Coahuila y Oaxaca destacan por tener cinco Pueblos Mágicos sin oficinas bancarias. En el primer estado aparecen Candela, Cuatro Ciénegas, Viesca, Guerrero y General Cepeda, este último, incluido el mes pasado; en el segundo, Capulálpam de Méndez, Mazunte, San Pablo Villa de Mitla, San Pedro y San Pablo y Santa Catarina Juquila.
“Los 45 nuevos Pueblos Mágicos son un error garrafal, pues demerita el principio del programa, pero el asunto ya se volvió político más que sostenible”, opinó Rodolfo Elizondo, titular de la Sectur de 2003 a 2010.
“Cuando estuve en la Sectur intenté cuidar la reputación de la marca, pero ahora ya hay muchos pueblos que no son mágicos porque carecen de la infraestructura que se requiere, como hoteles, restaurantes o cajeros”, dijo a EL UNIVERSAL.
Se necesita, opinó, desarrollar infraestructura y productos turísticos en los Pueblos Mágicos porque, de lo contrario, las personas sólo visitarán una vez el lugar. Sin embargo, “lo más importante en cualquier destino turístico es la seguridad”.
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Hasta 2010, la marca contaba con 39 localidades, pero la cifra se duplicó a más de 80 en los últimos dos años del sexenio de Felipe Calderón, cuando Gloria Guevara fue secretaria de Turismo. A lo largo de la última década, la cifra se volvió a duplicar y ahora llega a 177 destinos.
Sin cajeros
Ocho Pueblos Mágicos no tenían instalado ningún cajero en mayo pasado, mientras que 16 disponían de apenas una máquina operando, lo que puede poner en aprietos a más de un turista en caso de que la unidad esté fuera de servicio.
Carecen de cajeros Angangueo y Tzintzuntzan, ambos en Michoacán, así como Amatlán de Cañas y Puerto Balleto, los dos en Nayarit. En la misma situación se encuentran Batopilas, Chihuahua; Ixcateopan de Cuauhtémoc, Guerrero; Ixtenco, Tlaxcala; y Maní, Yucatán.
El especialista en economía turística del Grupo Empresarial Estrategia, Humberto Molina, dijo que la comodidad de los turistas se ve comprometida por la falta de servicios bancarios, pues entre más facilidades haya para disponer de dinero, mayor es su gasto y el beneficio económico para el destino.
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“Con los Pueblos Mágicos hay que ser muy cuidadosos en no sacrificar calidad por tener cantidad. De nada sirve nombrar a un Pueblo Mágico si no se va a impulsar y promover el destino”, comentó a este diario.
En su opinión, urge una importante campaña de promoción de las comunidades, pero también ponerles objetivos que, en caso de incumplirlos, implique su salida del programa.
El director del Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac, Francisco Madrid, expuso que Pueblos Mágicos es una marca poderosa, porque los turistas la reconocen y es un lugar aspiracional para las comunidades.
“No obstante, a este programa le sobra gobierno y le falta ciudadanía para seguir siendo un instrumento de mejora de las condiciones de vida de las personas”, opinó.