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La Asamblea General de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) rechazó el resultado de la negociación para revisar el contrato colectivo de trabajo 2018-2020 con Aeroméxico, tanto en su clausulado como en su parte salarial.
A las 21:15 horas de ayer, los pilotos de ASPA votaron contra el último ofrecimiento de la aerolínea.
Con ello, queda subsistente el emplazamiento a huelga para el primer minuto del lunes 1 de octubre de 2018, “en el caso de no ser aceptada por parte de la empresa una prórroga al estallamiento de huelga”.
El secretario General de ASPA, el capitán Rafael Díaz Covarrubias, y el área laboral se dirigieron a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para notificar la decisión de la Asamblea General de ASPA.
La autoridad laboral planteó una prórroga de 24 horas para evitar el estallamiento y convenir un esquema de mejora a la condición de los pilotos de nuevo ingreso.
De acuerdo con ASPA, el punto medular de la no aceptación del nuevo contrato de trabajo estriba en la condición de los pilotos de nuevo ingreso, denominado Contrato B que ASPA otorgó a Aeroméxico en 2010 debido a la crisis económica mundial que afectó seriamente al sector aéreo.
Entonces, fue necesario pactar con la aerolínea que los pilotos que ingresaron a partir de 2010 obtuvieran prestaciones y salario inferior en 40% que lo percibido por los más antiguos del Contrato A.
“ASPA considera que debe terminar esa disparidad en salario y prestaciones”, indicó el sindicato.
La negativa de la empresa de otorgar ajustes a esa diferencia dio como resultado que la asamblea rechazara los términos de la negociación. Por cada día de huelga, Aeroméxico podría perder casi
7 millones de dólares.