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Riviera Maya, Q.R.— El gobierno seguirá invirtiendo poco en infraestructura, pues cuenta con recursos insuficientes y no puede aumentar la deuda pública, adelantó José de Luna Martínez, titular de la Unidad de Crédito de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El próximo martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador va a anunciar el Plan Nacional de Infraestructura.
“La inversión del gobierno seguirá siendo limitada, porque no tenemos recursos y porque realmente el motor de nuestra economía debe ser la inversión privada, tanto nacional como extranjera. El rol del gobierno es más ser un facilitador de esta inversión, es más proveer garantías, ayudar a mitigar riesgos y regular el mercado cuando sea necesario”, dijo De Luna Martínez en su participación en la XLVII Convención del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Advirtió que si el gobierno aumenta la deuda a niveles de 50% del Producto Interno Bruto (PIB), desde su nivel actual de 44.8%, las agencias calificadoras pueden degradar la nota soberana y se ponen en riesgo las finanzas públicas.
La deuda pública tiene un nivel alto, pero además es cara, debido a las tasas de interés actuales en el mercado nacional, aunque los recientes recortes a las tasas de interés del Banco de México (Banxico) contribuirán a reducir el costo de las obligaciones financieras, comentó.
El funcionario reconoció que los pocos recursos en infraestructura se han reflejado en bajas tasas de expansión de la economía mexicana, porque para crecer se necesita incrementar de manera sustancial la inversión en puertos, aeropuertos, carreteras, internet y energía.
Recordó que la inversión pública ha disminuido drásticamente desde 2010 y ahora representa sólo 2.9% del PIB, casi siete veces menos que el capital de la iniciativa privada.
Confirmó que será necesaria una reforma fiscal para la segunda mitad del sexenio, la cual debe ampliar la base de contribuyentes, además de desarrollar la inclusión financiera en el país, puesto que actualmente sólo 25% de la población tiene una tarjeta de débito y 10% posee una de crédito.