Ante el severo grado de sequía que se vive en México, las industrias de bebidas , minería y generación hidroeléctrica tendrán presiones sobre la disponibilidad de agua para su operación, advirtió la agencia Moody´s .
En el reporte, “Las sequías y el estrés hídrico en México afectarán las industrias de alto consumo de agua”, la calificadora explicó que las regiones de México con estrés hídrico representan un riesgo de disponibilidad para las empresas de bebidas a pesar de haber asegurado el abastecimiento, además de que en México, la mayoría obtiene el agua a través de pozos otorgados en concesiones federales , pero las sequías aumentan los riesgos de disponibilidad de agua.
“Las embotelladoras de Coca Cola Arca Continental y Coca-Cola Femsa enfrentan riesgo de sequía en sus principales áreas de operación: el noroeste de México para Arca Continental , y las regiones central y sur para Coca Cola Femsa . Las cadenas de suministro agrícola también están en riesgo. Casi 75% del uso de agua de Coca Cola Femsa se destina a ingredientes agrícolas como el azúcar de caña”, explicó Moody’s.
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La calificadora explicó que para adaptarse al creciente estrés hídrico , Coca-Cola está intensificando los esfuerzos a nivel mundial para garantizar la salud de las cuencas, centrándose en regiones con escasez de agua, incluido
México, y los embotelladores mexicanos comparten el esfuerzo de Coca-Cola para mantener la reposición total de agua a nivel mundial.
Moody’s resaltó los esfuerzos de sustentabilidad que realizan las empresas de bebidas, destacando que en la mayoría de los casos no contaminan el agua como otras industrias como la del petróleo, la minería y la industria pesada en el proceso de producción.
“En el caso de una grave escasez de agua, creemos que el gobierno de México haría de la producción de bebidas y alimentos una prioridad para la disponibilidad de agua dada la naturaleza esencial de estos productos. Aún así, las iniciativas para aumentar la sostenibilidad seguirán siendo cruciales en un sector que enfrenta un escrutinio público cada vez mayor”, explicó Moody’s.
La firma recordó que México sufrió una de sus peores sequías en décadas este año y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) prevé que el estrés hídrico probablemente aumentará en los próximos años.
"La escasez de agua limitará la capacidad de generación de energía hidroeléctrica, lo que complicará los esfuerzos de México por alcanzar su objetivo de generar el 35% de la electricidad a partir de fuentes de energía limpia para 2024", dijo la analista de Moody’s, Roxana Muñoz.
La firma añadió que si bien las industrias de minería y de bebidas tienen planes de gestión del agua bien desarrollados, deberán aumentar el gasto de capital para mantener un acceso adecuado.
“El estrés hídrico y los complejos desafíos de gobierno interno ejercerán presión crediticia sobre los gobiernos locales y regionales. Los municipios se verán particularmente afectados, ya que tienen la responsabilidad constitucional de proporcionar servicios de agua potable, alcantarillado y tratamiento de agua, los cuales requieren un importante gasto en infraestructura, mientras que dependen en gran medida de los fondos del gobierno federal y estatal. La Conagua prevé que el estrés hídrico aumentará en 30 de los 31 estados mexicanos y en la Ciudad de México durante los próximos 10 años”, añadió.
Moody’s
añadió que las sequías representan un alto riesgo para los productores de productos de maíz, que dependen en gran medida del uso de agua y son susceptibles a factores climáticos que afectan la cosecha de maíz, el cultivo más producido en el país.
“Cuando el maíz escasea en México, incluso durante períodos de sequía, los productores industriales de harina de maíz, que representan alrededor de la mitad de la producción de tortilla de México, importan más maíz a precios más altos, lo que aumenta los costos en relación con la producción nacional, que se beneficia de los subsidios federales y un menor transporte. El ciclo de cosecha de maíz de México influye fuertemente en las métricas crediticias, la rentabilidad y la generación de flujo de efectivo para Grupo Minsa negativo, el segundo mayor productor de harina de maíz del país después de Gruma”, añadió.
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