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El sector de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) puede crecer solamente 2.3% este año considerando un panorama pesimista, aunque la base de crecimiento estimada es de 5.1%, dio a conocer la consultora Select.
Un análisis realizado por Alejandro Vargas, analista de Select, indica que en un escenario base el sector de las TIC alcanzará un valor de 745 mil millones de pesos y en un panorama pesimista sumará 725 mil millones de pesos.
“La proyección base de crecimiento TIC realizada por Select es de 5.1% en pesos corrientes, donde una mayor adopción de servicios administrados modulares, proyectos de migración a servicios de cómputo en la nube, inversiones en seguridad informática y una fuerte demanda de smartphones, habilitan la transformación digital y apuntalan el crecimiento del mercado”, manifestó Vargas.
La cifra puede desacelerarse en el segmento organizacional, principalmente en áreas relacionadas a proyectos de hardware y software en el sector público federal, detalló.
“Un análisis del Presupuesto de Egresos de la Federación [PEF 2019] y su impacto en el mercado TIC que acaba de publicar Select, arroja que existe una reducción de 18% para las partidas de tecnología, además de que la Ley de Austeridad prohíbe fulminantemente la adquisición de equipos de cómputo durante el primer año de administración y da un giro a la adopción de software de código abierto”.
Por otra parte, una encuesta realizada por Select indica que los empresarios mencionan como retos la pérdida de confianza en el país derivada de decisiones políticas, una menor calificación crediticia de México, volatilidad cambiaria y entrada del nuevo gobierno.
“En balance, 52% de los entrevistados se mantienen optimistas para el primer trimestre de 2019, hace un año 70% eran optimistas, mientras que el restante 48% tiene expectativas pesimistas, 30% hace un año”, señaló el analista.
Vargas recomendó adoptar prácticas e iniciativas de negocio que habiliten la transformación digital, abandonar paradigmas tradicionales y buscar una constante optimización del portafolio para atender las necesidades de los clientes y reestructurar el negocio para mejorar la rentabilidad.
“Mucho del negocio tradicional se debe transformar, prácticas antiguas que antes dieron resultados deben dejarse atrás, y se debe perder miedo a participar en nuevos mercados, con el objetivo de asegurar la supervivencia y el posterior crecimiento del negocio”, concluyó.