El uso del dinero en efectivo está cayendo, aunque lentamente, en la gran mayoría de los países, pero se podría reducir a través de las monedas digitales que evalúan lanzar algunos bancos centrales, mostró un documento de trabajo elaborado por especialistas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los jóvenes son quienes prefieren los sustitutos del dinero contante y sonante, como las tarjetas de crédito o débito y pagos sin contacto, mientras que los adultos mayores se resisten a utilizar otros medios.
De acuerdo con el documento ‘Uso de efectivo: diferentes medidas para diferentes propósitos’, la preferencia revelada está ligada a una estructura de edad de la población cambiante.
Lo anterior parece ser la principal influencia en la demanda de efectivo y por qué está cayendo, aunque poco a poco, frente a altas tasas de interés que cobran las tarjetas de crédito.
Se prevé que el uso de billetes y monedas puede seguir bajando, e incluso las tarjetas, si los bancos centrales emiten una moneda digital.
El alcance de esta reducción dependerá de la demanda de las monedas digitales de los bancos centrales, y de los incentivos, principalmente las tarifas de transacción, que pueden desempeñar un papel determinante en la adopción y su uso, arrojó el estudio.
Se destaca que el efectivo se sigue usando por varias razones: como medio de intercambio para pagos, para mantenerlo como reserva precautoria, así como también para facilitar actividades ilícitas.
Utilizando indicadores elaborados anteriormente por otros expertos, en el documento se indica que la demanda de efectivo va en descenso desde su nivel máximo en 1940, para luego estabilizarse durante la década de los ochenta.
Sin embargo, señaló que recientemente cambió de rumbo y aumentó constantemente después de principios del año 2000 para un grupo seleccionado de países de la zona del euro, Japón, Reino Unido y Estados Unidos.
La investigación en curso que sirve para recibir comentarios y fomentar el debate, la realizaron especialistas del FMI analizando 25 países entre 2012 y 2019,
De acuerdo con el documento, en México el nivel de participación del efectivo fue del 57% en 2019, con una reducción anual de dos puntos porcentuales.
Es decir que se encuentra entre los países en los que billetes y monedas siguen siendo los favoritos de la población a la hora de hacer pagos y ahorrar.
Indonesia tiene la mayor participación de efectivo, con 77% y una disminución anual de las más bajas, de 0.9% puntos porcentuales, y le siguen Arabia Saudita, con 72% y una reducción anual de 1.9 puntos, e India con 64% y cuatro puntos porcentuales, respectivamente.
Los que menos prefieren tener dinero en las manos son Corea y Suecia, en donde el uso de efectivo tiene una participación de 6% y 8%, con caídas anuales de cinco y 7.5 puntos porcentuales, en ese orden.
Otros que no son tan adictos al efectivo son Estados Unidos, Japón, Australia, Reino Unido, Francia y Bélgica.
Al utilizar su indicador de uso de efectivo, los expertos del Fondo encontraron que, en general, con excepción de Turquía, todos los países cubiertos experimentaron una reducción de la demanda de billetes y monedas.