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A pesar de que crecieron las ventas de telas y prendas de vestir en 2021 por la crisis global de contenedores, la cadena textil-confección aún no alcanza los niveles previos a la pandemia, dijo el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), Manuel Espinosa Maurer.
Además, las empresas enfrentan inseguridad, subvaluación, altos precios de la materia prima e informalidad, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL.
En particular, el encarecimiento de los insumos provoca que se incrementen los costos de producción, y el consumidor termina pagando más, detalló.
Los empresarios de la industria también temen a los efectos de aprobar la iniciativa de reforma eléctrica tal como la presentó el Ejecutivo, pues las empresas que cogeneran electricidad podrían dejar de tener ahorros de hasta 30% con los ajustes.
“El tema de la reforma eléctrica es uno de los grandes riesgos: no contar con acceso a buenos precios de energía nos hace inviables”, afirmó el empresario, “pero el riesgo de la ilegalidad y el contrabando no lo podemos dejar de lado. Nos sigue pegando, así como las empresas informales”.
El robo a transportes de empresas, tanto de materias primas como productos terminados, también significa un alto costo, dijo, sobre todo porque se han encarecido las primas de seguros. Ese problema es recurrente en Hidalgo, Ciudad de México, Estado de México, Puebla y Veracruz, con aumento de 38% en la incidencia en los últimos años.
“Se observa cómo los insumos se llevan a bodegas y a fábricas, donde se transforman, y terminan vendiéndose”, lamentó.
A causa de la pandemia se perdieron 75 mil empleos formales que no se han podido recuperar, y a la par el sector enfrenta una mayor importación de mercancías subvaluadas, es decir que ingresan al país con precios debajo del costo de la materia prima.
Se usan facturas apócrifas para que esas prendas terminen vendiéndose en el mercado nacional, recalcó Espinosa Maurer. Además, agregó, por medio de algunas maquiladoras se importan materiales que supuestamente se transformarán para después exportarse, pero en realidad se comercializan en México.
Se estima que el año pasado 20% de las importaciones de productos confeccionados llegaron a México vía subvaluación.
Espinosa Maurer comentó que, en un mercado nacional con valor de 25 mil millones de dólares, dos de cada tres prendas son ilegales, sobre todo camisetas, calcetines, suéteres, playeras y ropa interior, entre otros.