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El valor de la producción de autopartes cerrará el año en 90 mil millones de dólares, un incremento de 7 mil millones respecto a 2017, una buena cifra dadas las condiciones de incertidumbre en el sector automotriz, dijo el presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Óscar Albín.
La producción de partes de repuesto no ha disminuido para el mercado interno ni para los destinos de exportación, que son básicamente Estados Unidos y Canadá, según el organismo. Además, las inversiones de fabricantes de autopartes siguen llegando al país, sobre todo de Japón, Alemania y Estados Unidos.
“De Japón estamos recibiendo inversión por la continuidad de la instalación de la fábrica de Toyota en Guanajuato”, dijo Albín.
“En 2017 y 2016 traíamos un ímpetu muy grande, donde las inversiones llegaron a 6 mil millones de dólares, pero este año la inversión extranjera directa en autopartes se ubicará entre 3 mil y 4 mil millones de dólares”.
El volumen de producción de autopartes en el país se ha mantenido, pese a que en Estados Unidos algunas armadoras dejaron de fabricar sedanes para producir SUVs y pick ups.
Albín agregó que la imposición de aranceles al acero y aluminio no encareció la producción de autopartes en el país, ya que los aceros especiales y aluminio que importa la industria se hace bajo la regla octava, por lo que no pagan impuestos.
“Importamos un 40% del acero que se necesita, pero para la industria automotriz no hay aranceles. Se sigue trayendo de Corea o Japón sin ningún problema, y tenemos a Ternium, un fuerte fabricante de aceros automotrices”, explicó.
La regla octava es un permiso de la Secretaría de Economía para importar insumos, materiales, partes y componentes de artículos que se fabriquen o ensamblen en México, sin pagar impuestos, por empresas con registro de Empresa Fabricante.
Sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el presidente de INA confía en que se llegará a un acuerdo antes de que se concrete el relevo de la nueva administración.
“La experiencia viene del grupo negociador que tenemos hoy en día; transitar sin una resolución hacia un nuevo grupo negociador va a ser complicado y México podría tener una desventaja”, opinó Albín.
“Esperamos que a finales de julio restablezcamos negociaciones en Washington, y a partir de ahí habrá semanas intensas de trabajo para terminarlo lo más pronto posible”.
Consideró que la diferencia entre lo que pide el gobierno estadounidense en materia de la regla de origen para la fabricación de vehículos, respecto a la posición de México y Canadá se ha acortado, ya que hace seis meses Estados Unidos pidió un 85% de contenido regional y las armadoras no querían modificar el 62.5% actual.
En mayo se hablaba de 75% de contenido regional por la parte de EU y las armadoras sugirieron subir a 70%.
“Se ha trabajado en el cierre de esa brecha, pero no para una ruptura, sino para ver qué es posibles”.