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La industria automotriz generará al país más de 100 mil millones de dólares este año, un ingreso que rebasa al petróleo, las remesas y el turismo internacional.
Durante la primera mitad del año, el superávit de la balanza comercial automotriz fue de 53 mil 300 millones de dólares, es decir, la cantidad de dinero que se queda en territorio nacional después de restar el valor de las importaciones de vehículos de las exportaciones.
Esta cifra es superior a los 32 mil 169 millones de dólares que entraron por remesas, y a los 12 mil 896 millones de la balanza turística. Casi triplica los 20 mil 167 millones de dólares de la balanza de productos petroleros. Estos tres sectores acumularon ingresos por 65 mil 232 millones.
La Industria Nacional de Autopartes (INA) prevé que la balanza comercial automotriz sumará ingresos superiores a 100 mil millones de dólares este año.
Alberto Bustamante, director general de la INA, destacó que la balanza comercial automotriz generó un superávit de 84 mil 893 millones de dólares el año pasado y para 2022 se prevé que esta cifra supere los 100 mil millones.
“El saldo de la balanza automotriz es mayor a la suma de las remesas que recibimos en nuestro país, más que el balance por turismo y más que el petróleo. De este tamaño es el sector automotor mexicano”, enfatizó.
Actualmente, México fabrica y exporta vehículos de mayor valor siendo su principal mercado Estados Unidos.
De enero a noviembre, de los 3 millones 68 mil 810 vehículos fabricados en el país, 50% fueron camionetas SUV; 30.4% pick ups; 12.7% autos compactos; 5.2%, subcompactos; 2% unidades de lujo, y lo que resta de Minivans.
Hacia América del Norte, es decir, Estados Unidos y Canadá se enviaron 85% de los autos fabricados en el país; a Europa llegaron 8%; a Latinoamérica, 4.5%; a Asia, 1.8%; a Oceanía, 0.4%; y a África apenas 0.1%.
La INA atribuyó el incremento en la producción de vehículos como de autopartes a la reposición de los inventarios de autos nuevos en la Unión Americana, por lo que se demandan más piezas para la fabricación de coches; así como a la guerra comercial entre el país vecino y China que obliga a empresas asiáticas a instalarse en territorio estadounidense o en México, pues aquí se ofrecen costos más competitivos.
El incremento del valor de contenido regional para cumplir con la regla de origen en la producción de vehículos en Norteamérica contribuyó a mayor fabricación de autopartes.
Todos estos factores han impulsado lo que se conoce como nearshoring y reshoring, que es la relocalización de empresas asiáticas en América con miras a insertarse en la cadena de exportación hacia Estados Unidos.
Asimismo, las políticas públicas implementadas en la Unión Americana para disminuir la inflación como el otorgamiento de incentivos por hasta 7 mil 500 dólares para la compra de vehículos fabricados en Canadá, Estados Unidos o México incentiva aún más la producción de autopartes en el país, detalló Bustamante.
La INA prevé que la producción de autopartes alcance los 108 mil 864 millones de dólares en 2023; y hacia 2024, superará el umbral de 110 mil millones.
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