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Los huachicoleros de gas licuado de petróleo (LP) de Puebla y el Estado de México retan a las autoridades involucradas en el combate al robo de combustibles.
Medidas adoptadas para inhibir el delito en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) están siendo superadas a escala nacional por el crimen organizado, que aumentó 202% las perforaciones ilegales en los primeros siete meses del año.
Actualmente, a diferencia de lo que ocurría hace nueve años, cuando ni siquiera se reportaba una toma clandestina de gas LP por día, hoy los huachicoleros ejecutan 2.9 perforaciones ilegales diarias a escala nacional, pues el flagelo ya está presente en nueve entidades federativas.
De continuar esta tendencia, revelaron funcionarios de Pemex que solicitaron no ser citados, “hay probabilidades de que cerremos 2019 con una cifra histórica que puede ser superior a las mil tomas clandestinas de gas LP”.
Igual de preocupante resulta, de acuerdo con la subdirección de Salvaguardia Estratégica de la empresa petrolera, el aumento de las perforaciones en Puebla y Estado de México, donde el crimen organizado está fuera de control.
En la entidad poblana, de acuerdo con información proporcionada a EL UNIVERSAL, los huachicoleros realizaron 395 tomas clandestinas entre enero y julio de 2019, una cifra que supera por mucho todas las tomas registradas el año pasado, que según los reportes de Pemex, ascendieron a 64.
La actividad de los grupos delictivos dedicados a extraer hidrocarburos de ductos de la empresa productiva en esta entidad representó un orden de 515%, marcando un récord histórico por estado a escala nacional.
Los municipios más afectados por este flagelo debido al número de tomas clandestinas registradas fueron: Tepeaca, con 136; San Martín Texmelucan, con 49; Los Reyes de Juárez, 40, y Amozoc, con 29, que en conjunto sumaron 254 perforaciones ilegales, 64% del total observado en el estado.
Por lo anterior, Puebla se convirtió en el centro de operaciones y la principal fuente de negocios de los grupos delictivos.
El Estado de México reportó 140 tomas clandestinas en los primeros siete meses del año, 50% más que en 2018, situándose como la segunda entidad donde reina el delito contra los ductos de Pemex.
En este caso, los municipios más perjudicados fueron Tezoyuca, con 38; Tepetlaoxtoc, 26; Nextlalpan, 26, y Soyaniquilpan de Juárez, con 10, en donde se concentraron en conjunto siete de cada 10 tomas clandestinas en toda la entidad.
De acuerdo con información de la Gerencia de Seguridad Física de Pemex, la empresa productiva del Estado ha llevado a cabo una serie de acciones para combatir el robo de combustibles.
“Se reforzó el despliegue operativo estratégico con más efectivos de Sedena, Marina y Policía Federal en 10 ductos prioritarios, de acuerdo con los convenios de colaboración que se tienen con las Fuerzas Armadas para garantizar el abasto de combustible en el país.
“Se coordinó el despliegue de efectivos en apoyo al plan conjunto de atención en 73 instalaciones estratégicas”, expone.
Además: “Se llevó a cabo custodia de autotanques en rutas críticas, y se da seguimiento a los trabajos de eliminación de tomas clandestinas por personal de la compañía de ingenieros militares”.
Incluso así, los huachicoleros de gas LP realizaron en julio una cantidad de tomas clandestinas equivalentes a la mitad de las que se ejecutaron para el robo de gasolinas, diesel y turbosina en el mismo mes, estimadas en mil 12.