Justo cuando más personas están valorando adquirir un vehículo para no usar el transporte público, las automotrices han dejado de producir y comercializar los modelos más pequeños y baratos que, tradicionalmente, eran el primer auto o entrada a una marca: los subcompactos.
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De acuerdo con la consultora Urban Science, el segmento que empujó la venta de autos nuevos en el país desde mediados de los 90 fue el de subcompactos, llegando a su máximo en 2016, con casi 600 mil unidades vendidas en todo el año.
Desde entonces, las marcas han eliminado sus modelos de producción en México como el Tsuru, Aveo y Fiesta, pero también importados, como Spark, Beat, Gol y Vento, sin reemplazos que satisfagan al mercado de entrada a autos nuevos, explicó Eric Ramírez, director para Latinoamérica de Urban Science.
La desaparición de estos modelos es crucial para la recuperación de la venta de autos nuevos, considera.
“Para regresar a los niveles de venta de 2019, antes de la pandemia, tendría que reponerse el volumen de subcompactos, lo que se ve difícil”, comentó.
“Al parecer las únicas marcas que están apostando a crecer el mercado con nuevos clientes son Nissan y Kia, pero muy por debajo de los niveles de 2016”.
La escasez de semiconductores por la pandemia también afectó la producción de subcompactos, pues la industria dio prioridad al armado de SUV y pick up, en lugar de esas opciones, dijo Guido Vildozo, socio director de Ventas de Vehículos Ligeros en América del Norte de Standard & Poor’s Global.
Esta situación, aunada a la volatilidad del tipo de cambio y el encarecimiento de las materias primas, elevó el precio de los vehículos en México y generó una escasez de modelos.
En picada
De acuerdo con un análisis de Urban Science, la mayoría de las cinco marcas líderes en venta de autos subcompactos —Nissan, General Motors, Volkswagen, Toyota y KIA—, han disminuido considerablemente la venta de ese segmento en el país.
En 2016, Nissan comercializó 105 mil 255 autos subcompactos, pero en 2022 ese volumen cayó a 28 mil 986 unidades.
General Motors pasó de 203 mil 591 autos subcompactos a 30 mil 972, en el mismo periodo.
Volkswagen bajó de 110 mil 308 unidades a 25 mil 121 en ese periodo de seis años, y Toyota de 23 mil 308 a 11 mil 628 autos.
Por el contrario, KIA pasó de 12 mil 138 autos subcompactos vendidos en 2016 a 50 mil 958 unidades en 2022.
“Quien ha perdido más volumen es Gseneral Motor, con más de 170 mil subcompactos menos”, agregó Ramírez.
En total, en diciembre del año pasado se vendieron 20 mil 346 autos subcompactos en el país, mil 929 unidades menos que en 2021, según cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Honda dejó de comercializar el Fit, mientras que Fiat, de los modelos Uno y Palio, ya no vendió ni una unidad en 2022.
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Las alternativas
Brais Álvarez, gerente de cuenta Automotriz de la consultora J.D. Power México, comentó que el encarecimiento de los vehículos ha ocasionado que ahora los modelos “de entrada” a cualquier marca empiecen en un precio de 300 mil pesos, por lo que las opciones para las personas interesadas en adquirir un auto, pero que no pueden gastar esa cantidad, sería la compra de un seminuevo certificado o esperar para ahorrar más.
“Los jóvenes llegan emocionados a la agencia cuando ven la publicidad de mensualidades desde 3 mil 500 pesos, pero cuando conocen todos los requisitos que piden, se dan cuenta de que es inalcanzable”, explicó.
“Además, por el riesgo financiero del país, las tasas son altas y se piden muchos requisitos”.
La falta de una buena oferta de autos subcompactos con planes de financiamiento accesibles afecta el volumen total de ventas en el país.
Es por eso que J.D. Power ha extendido dos años más el periodo de recuperación de las ventas de autos nuevos a niveles previos a la pandemia hasta 2026.
“Esto es porque muchas personas que tienen auto y lo quieren cambiar, en estos momentos se están esperando porque los precios están muy altos”, dijo Álvarez.