El riesgo de desaceleración para la economía mexicana y la incertidumbre por la implementación de la reforma judicial y las elecciones en Estados Unidos provocarán que se frenen el consumo y la colocación de crédito en los próximos meses, prevén especialistas.
De acuerdo con la consultora Nielsen IQ, la población está priorizando alimentos básicos y presentaciones de mejor tamaño, además de que permanece cautelosa, optimizando el destino de su gasto y con intención clara de ahorrar.
Así, la preocupación central para 33% de los consumidores sigue siendo el costo de los alimentos, mientras uno de cada cuatro percibe un deterioro en su situación financiera respecto al año pasado. Otros temas de inquietud incluyen la capacidad de proveer a sus familias, señalada por 19%, y el riesgo de una recesión económica, que preocupa a 18%.
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En el caso de la colocación de crédito en el próximo año, el director general de BBVA México, Eduardo Osuna, anticipa una desaceleración, con crecimientos cercanos a 7%, lo que significaría un alza a tasa de un solo dígito por primera vez desde la pandemia.
“Estamos viendo una desaceleración del crédito mayorista por esta pausa que hacen los inversionistas y también en términos de consumo, con menor crecimiento del empleo, que se ha confirmado en los últimos meses”, explicó.
“Por lo tanto, estamos previendo que el año que entra tendremos crecimiento del crédito de un dígito y esto va a depender de cómo se vayan dilucidando estos temas para una decisión de inversión”.
Osuna resaltó que, si bien históricamente la economía del país tiene un menor dinamismo al iniciar un sexenio, la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta un escenario complejo, con retos fiscales, en materia comercial con sus principales socios y por el aterrizaje de la reforma judicial.
“Un cambio de administración tiene menor inversión en el primer año. Si le sumamos el efecto de la consolidación fiscal, la disminución del déficit, incertidumbre por la implementación de la reforma del poder judicial y la elección en Estados Unidos y los mensajes sobre la renegociación del T-MEC, de manera natural los inversionistas nacionales y extranjeros están previendo más cautela en tanto aclaran las reglas del juego”, añadió.
En la medida en que se ejecuten más rápido los proyectos de Sheinbaum se verá cómo el flujo del crédito se incrementa y, por tanto, un efecto de apalancamiento en la economía y mayor crecimiento hacia los próximos meses, dijo.
Participación privada
En opinión del vicepresidente senior y codirector de inversiones en Franklin Templeton México, Ramsé Gutiérrez, contrario a la incertidumbre política, el ambiente económico reciente en el país ha sido favorable, pues los programas sociales y aumentos salariales han permitido que la confianza del consumidor esté en niveles récord.
Sin embargo, coincidió en que las perspectivas son de cautela a la espera de mayor flujo de inversión y participación del sector privado en proyectos de la actual administración hacia los próximos meses.
“Si bien pueden existir escenarios donde la incertidumbre política se manifieste con desafíos económicos, como podría ser un aumento de aranceles de nuestro mayor socio comercial, es posible que no sea en el corto plazo. No obstante, las condiciones económicas se irán apretando conforme siga la desaceleración económica y no se concreten proyectos de infraestructura mixtos entre la iniciativa privada y el sector público”, dijo.
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Focos amarillos
Como indicadores a tomar en cuenta, la inflación en México repuntó en la primera quincena de octubre, alcanzando 4.69% anual, la tasa más alta para este periodo desde 2021, informó el Inegi.
El alza fue impulsada principalmente por el aumento en tarifas de electricidad tras el fin de los subsidios de temporada y el encarecimiento de productos agropecuarios como el nopal y el jitomate. Además, la inflación subyacente, que considera bienes menos volátiles, creció a tasa anual de 3.87% y los precios de productos agrícolas aumentaron, con una variación anual de 9.66%.
Simultáneamente, la confianza del consumidor se deterioró en septiembre, informó el Inegi, retrocediendo 0.4 puntos a 47.14 unidades debido a la percepción negativa de las familias sobre la situación económica actual y futura.
Los consumidores mostraron menor disposición para comprar bienes duraderos y menor confianza en el empleo y la capacidad de ahorro a 12 meses.
El entorno de presión inflacionaria y baja confianza es un riesgo para el consumo en el país, lo que refleja un panorama económico desafiante para las familias.