El empleo femenino inició el año con el pie derecho, con la generación de 163 mil 687 plazas en el sector formal de la economía en el primer trimestre del año, la cifra más alta de la que se tenga registro para un periodo similar, indican datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Sin embargo, a pesar de ese repunte, la brecha de puestos de trabajo por género sigue siendo amplia, pues en marzo pasado por cada 100 hombres registrados ante el IMSS en un puesto de trabajo había sólo 65 mujeres, advirtió Sandra Martínez Peña, investigadora del grupo de análisis México, ¿cómo vamos?

El repunte es un fenómeno natural, porque las mujeres fueron las más afectadas por el confinamiento ante el Covid-19. El hecho de que estén representadas de manera mayoritaria en ciertos sectores que tuvieron pérdidas en la pandemia genera este rebote, dijo Ivonne Vargas, representante para Latinoamérica de The Workforce Institute, firma global de investigación sobre recursos humanos.

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Entre los sectores que contribuyeron más al repunte del empleo femenino destaca la industria de la construcción, con crecimiento de 74.1% respecto al número de plazas generadas en el primer trimestre de 2022, y le siguen los servicios para empresas, personas y el hogar, con alza de 72.5%, así como el sector agropecuario, con avance de 16.2%.

En conjunto, estos tres sectores generaron 62 mil 904 puestos laborales ocupados por mujeres en los primeros tres meses del año, cifra 51.8% mayor a la reportada un año antes.

Rebote laboral
Rebote laboral

Por su parte, el sector que generó la mayor cantidad de plazas formales asociadas a la población femenina de enero a marzo fue el de las industrias de la transformación, con 64 mil 912 puestos (39.7% del total generado), pero a diferencia de las actividades antes mencionadas, el volumen de empleos fue 19.2% menor a las 80 mil 306 plazas reportadas hace un año.

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Mención aparte merece el sector comercio, donde si bien apenas se crearon mil 598 plazas entre enero y marzo, no hubo una eliminación de puestos, como ocurría en otros años.

A detalle, los estados en los que se generaron más plazas formales asociadas a la población femenina en el periodo de referencia fueron Nuevo León, con 19 mil 161 puestos; Jalisco, con 16 mil 898; Baja California, 11 mil 751; Guanajuato, 11 mil 469; Chihuahua, 11 mil 203, y Coahuila, con 10 mil 143 empleos.

Esas seis entidades generaron 80 mil 625 nuevas plazas ocupadas por mujeres, cifra que concentra casi la mitad de los empleos generados en todo el país y es 11.3% mayor a la reportada en el primer trimestre de 2022.

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El único estado donde se eliminaron plazas ocupadas por mujeres en el primer trimestre fue Guerrero, con la pérdida de 351 empleos.

Panorama mixto

La brecha laboral de género es heterogénea entre los estados. En la Ciudad de México es menor, con 75 mujeres con registro en el IMSS por cada 100 hombres, aunque parte de su avance reciente se debió al menor ritmo de recuperación de los puestos ocupados por el género masculino, explicó Martínez Peña.

Por el contrario, Tabasco tiene el mayor rezago, con apenas 38 mujeres por cada 100 hombres registrados. Sin embargo, resulta paradójico que este estado tuvo mejor desempeño en la variación anual de registros de puestos formales, por lo que es posible afirmar que ese resultado a nivel general no cierra brechas a razón de género si no se acompaña de políticas enfocadas a ese fin, agregó la especialista.

Lo que falta es que esta recuperación del empleo femenino se vea reflejada en una mejora laboral en términos de salarios y sectores donde se desempeñan las mujeres, advirtió Vargas.

Actualmente 80% de las mujeres que trabajan en México están en sectores llamados “feminizados”, es decir, tareas con las que relacionamos a la mujer: ventas en establecimientos, trabajo doméstico, apoyo administrativo, reparación de servicios, docencia y cuidados personales del hogar, agregó la experta.

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