Luego de buenos años de financiamiento accesible, llegó el momento de la verdad para las empresas financieras tecnológicas (fintech), que ahora deben reportar beneficios a los inversionistas, nos cuentan. Entre el cierre de los modelos de negocio que no pudieron prosperar en México, así como las firmas que ya enfrentan problemas, se percibe un fenómeno que va un poco en contra del espíritu de las fintech: han empezado a pedir prestado a los bancos. Nos explican que uno de los atractivos de este tipo de negocios era que iban a sustituir al sector financiero tradicional, pero, lejos de eso, los retos que comienzan a tener varias fintech llevan a los bancos a verlas como cualquier otro cliente, más allá de ser una competencia directa. Está por verse qué tan serios son esos problemas, nos dicen.

Su primera vez en Banxico

El próximo jueves, después de que se dé a conocer la inflación en el primer mes del año, la Junta de Gobierno del Banco de México, encabezada por Victoria Rodríguez Ceja, dará a conocer su decisión de política monetaria, con un incremento esperado de 25 puntos base, para llevar la tasa de referencia a 10.75%. Con ello, se concretará una disminución en el ritmo de alzas tras el incremento de 50 puntos base de diciembre pasado. Además, esta será la primera decisión del subgobernador Omar Mejía Castelazo, tras su ratificación apenas el pasado 18 de enero. Respecto a su postura de política monetaria, nos comentan que podría ser más centro-restrictivo (hawkish). No obstante, será hasta la publicación de las minutas de esta reunión cuando se conocerá más sobre su perfil.

Sanborns se puso muy chípil

Nos dicen que en donde se pusieron muy chípiles fue en la cadena de restaurantes Sanborns, propiedad del magnate mexicano, Carlos Slim Helú. Pero no crean que por melancolía. Nos cuentan que aprovechó muy bien el Día de la Candelaria, pues este 2 de febrero se incluyeron como platillo especial en el menú los tamales de chipilín. Nos dicen que la orden con dos tamalitos y frijoles refritos, café, chocolate o atole se vendió como pan caliente, a cambio de 165 pesos. Tan es así, nos reportan, que se seguirán sirviendo casi todo este mes, y no se descarta que pronto se incluyan también los otros tamales favoritos del inquilino de Palacio Nacional, los chanchamitos. Ese platillo, típico del sureste, seguramente no faltó en la mesa presidencial en las celebraciones de la semana pasada, nos comentan.

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