La moneda mexicana pasó del esplendor al ocaso a partir del amplio triunfo de Claudia Sheinbaum Pardo en las elecciones del 2 de junio y la mayoría calificada del bloque oficialista en el Congreso, que abre la puerta a la aprobación de la reforma al Poder Judicial y más cambios en la Constitución sin negociar con la oposición, comentaron analistas a EL UNIVERSAL.
El dólar lleva tres meses seguidos subiendo de precio y despidió agosto en 20.21 pesos a la venta en las ventanillas de CitiBanamex, un incremento de 2.76 unidades frente al 31 de mayo, antes de las elecciones presidenciales.
Al mayoreo, el tipo de cambio finalizó ayer en 19.71 pesos y se trata de una depreciación de 15.8% en los últimos tres meses. Significa el peor resultado en un trimestre desde abril de 2020, cuando la divisa nacional sufrió una pérdida de 28.3% ante la parálisis que provocó la pandemia de Covid-19, de acuerdo con datos de Bloomberg.
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A partir del resultado de las elecciones, la moneda mexicana empezó a presionarse ante todas las dudas que generó la mayoría de Morena en el Congreso y que se han intensificado a raíz de que parece inminente la aprobación de la reforma al Poder Judicial, opinó James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CI Banco.
Las presiones sobre la paridad en los últimos tres meses reflejan la pérdida de confianza de los inversionistas y un menor incentivo a estar expuestos a activos denominados en pesos mexicanos, dijo a El Gran Diario de México.
El subdirector de Análisis Económico de Vector Casa de Bolsa, Luis Adrián Muñiz, comentó que el peso se depreció desde junio por la mezcla de factores idiosincráticos y externos, pero en los últimos días el factor interno ha estado metiendo más ruido a la paridad, debido a la incertidumbre sobre lo que pasará con el Congreso.
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Descontaban otro escenario
En entrevista con esta casa editorial, Muñiz expuso que los participantes del mercado tenían cierta expectativa de que la supermayoría del bloque oficialista podría no materializarse, pero esta semana fue avalada por el Tribunal Electoral y comenzó a presionarse más la divisa nacional.
“La paridad al mayoreo puede volver a superar las 20 unidades si una vez instalado el nuevo Congreso vemos la aprobación de reformas que no tenía el mercado en el radar, como es el caso de la eliminación de los órganos autónomos”, estimó el ejecutivo.
Detrás de la pérdida cambiaria también está la mayor probabilidad de que el Banco de México (Banxico) continúe bajando su principal tasa de interés en 2024 y 2025, añadió.
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Desde su punto de vista, septiembre y noviembre, este último por las elecciones en Estados Unidos, serán meses de alta volatilidad cambiaria.
El economista en jefe para Rankia Latinoamérica, Humberto Calzada, dijo que la incertidumbre interna es que lo más influyó en la depreciación cambiaria del último trimestre, ya que los inversionistas temen que no haya un contrapeso a la supermayoría del bloque oficialista en el Congreso y que se apruebe la reforma judicial.
“Si bien hay factores internacionales que influyeron en el tipo de cambio, como el movimiento de las tasas de interés en Japón y la incertidumbre de un menor crecimiento económico en Estados Unidos, la mayor parte de la depreciación viene desde las elecciones”, explicó a este diario.
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En agosto, la moneda mexicana fue la más perdedora entre las principales del mundo, seguida del rublo ruso, la lira turca y el peso colombiano. En el otro extremo, como las divisas más apreciadas en el mes aparecen el ringgit malayo, la rupia indonesia, el dólar neozelandés y la corona sueca.
El principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores sufrió una caída mensual de 2.1% debido también al temor que metió la reforma del Poder Judicial.
De las 35 empresas más negociadas, la minera Peñoles se llevó la peor parte, cuyas acciones bajaron 13.3% durante agosto, mientras que en segundo sitio se encuentra la cadena de tiendas Liverpool, con una caída de 13%.