La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) sacó la tijera y propone un recorte en el presupuesto en conservación de carreteras de 22.6% para 2021.
El programa de Conservación de Infraestructura de Caminos Rurales y Carreteras alimentadoras tendría, de acuerdo con información a la que tuvo acceso EL UNIVERSAL, un ajuste a la baja de 3 mil 780.3 millones de pesos en comparación con el presupuesto que se le asignó y está registrado en la Unidad de Inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a pesar de que se reconoce que 3.5 de cada 10 kilómetros que conforman estas vías de comunicación se encuentran en regular y malas condiciones.
Es decir, 102 mil 967 de 288 mil kilómetros de caminos rurales y carreteras alimentadoras presentan estas condiciones —excluyendo los 68 mil 654 kilómetros de brechas.
La propuesta de la Dirección General de Carreteras, que formará parte del paquete presupuestario de la SCT para 2021, prevé destinar 12 mil 929 millones de pesos para ejecutar trabajos de conservación y reconstrucción en los tramos de los caminos rurales y carreteras alimentadoras que se encuentran en regulares y malas condiciones.
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Los recursos servirán para mejorar la superficie de rodamiento y reducir los costos de operación de los vehículos para fortalecer la conectividad local y regional, impulsar el desarrollo económico y social de las pequeñas comunidades, facilitar su acceso a las principales cabeceras municipales, servicios de salud y educación, así como generar empleos e inducir el intercambio de productos y servicios contribuyendo al crecimiento sostenido y el desarrollo equilibrado del país.
Con ese monto se atenderán 7 mil 277.1 kilómetros de caminos rurales y carreteras alimentadoras, distribuidos en 557 caminos del país y de los cuales 4 mil 420.09 kilómetros pertenecen a los caminos rurales y 2 mil 857.03 a las carreteras alimentadoras.
Esto significa que, de aprobarse la propuesta de la Secretaría de Comunicaciones para el próximo año, los recursos y los kilómetros de caminos rurales y carreteras alimentadoras a ejercerse y atenderse serían 22.6% y 19.4% menores entre 2020 y 2021, respectivamente.
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El probable recorte afectaría a uno de los programas más importantes de la Cuarta Transformación, porque contribuye a generar un número importante de empleos temporales en las regiones en donde se lleva a cabo, y porque los caminos rurales y alimentadores son considerados como uno de los elementos de mayor relevancia para el desarrollo y conectividad del país, “ya que a través de ellos es posible la comunicación permanente entre los centros de población con los polos regionales de desarrollo, centros de consumo y de producción en el medio rural”.
El pasado 12 de julio, el titular de la dependencia, Javier Jiménez Espriú, destacó que los caminos rurales y alimentadores son parte importante del engranaje de comunicación del país y cumplen con una importante función: facilitar el acceso de las comunidades a la salud, educación, cultura, comercio y a otros servicios.
No obstante, hasta ahora los caminos rurales siguen presentando problemas que van incrementándose con el paso del tiempo, como son baches, encharcamientos, derrumbes, vegetación abundante a las orillas, deformación en la capa de rodamiento, pérdida de material de la capa de rodamiento, entre otros.
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Por su parte, las carreteras alimentadoras tienen daños significativos como agrietamientos longitudinales, agrietamientos tipo piel de cocodrilo, parches con agrietamientos, baches, señalamientos en mal estado o pérdida de éstos, cunetas y alcantarillas azolvadas, agrietadas y destruidas, derrumbes, encharcamientos, pérdida de material de la capa de rodamiento y vegetación abundante a la orilla de éstas, entre otros.