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El secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, defendió la decisión de cancelar la construcción del aeropuerto de Texcoco al presentarse ante la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado, argumentando que “aquello era un verdadero desastre”.
Enumeró irregularidades, por ejemplo, que el proyecto “nunca contó con 100% del financiamiento para su posible terminación, porque se dieron una infinidad de asuntos de falta de planeación y nunca se supo cuánto iba a costar ni cuándo iba a arrancar”.
Además, se consiguió un fideicomiso por 30 mil millones de pesos con condiciones “terribles” y en términos muy absurdos, como ceder dos lugares en el Consejo del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México y dando la posibilidad de una participación accionaria.
Jiménez Espriú adelantó a los legisladores que se prepara un informe sobre el asunto: “Aquello era un pozo sin fondo y un verdadero desastre, en donde habríamos hablado de una deuda enorme en un aeropuerto que nunca iba a funcionar”.
Comentó que está “muy tranquilo y muy consciente de que tomamos la mejor decisión para el país al cancelar la obra que era un verdadero elefante blanco”.
Aseguró que en la actual administración “no habrá constructoras favoritas del Presidente”.
En su primera comparecencia en el Senado, el funcionario agregó: “No aceptaremos recomendaciones. La única que valdrá será la de mejor oferta en calidad, precio y cumplimiento, y la que mejor responda a las necesidades e intereses de la nación”.
Ante los legisladores, en su primera intervención indicó que “no más aquello de que mientras más obras, más sobra”.